domingo, 18 de mayo de 2008

De León a Santiago en 3 días.

Y fue el pasado puente del 1 de Mayo cuando mi gran amigo Juanki y yo iniciamos una aventura que desde hacía ya unos meses veníamos planeando, pero que por causas metereológicas hubo de aplazarse. El Camino de Santiago.

Símbolo que puede verse a lo largo de todo el camino
Bici en mano, partímos hasta León. Pude subirme en el tren de media tarde, aunque no sin problemas pues no llegué a tiempo a comprar mi billete y por tanto tampoco pude preguntar sí podía llevar conmigo la bicicleta. Una vez dentro, una simpática revisora quiso pasar por alto que no iba sólo respondiendo a mí "¿he de pagar algún suplemento?" con un "¡anda, anda!". Superada la primera traba (ni comparación con la Odisea que padecimos en nuestro viaje de vuelta), recojo a Juanki en Palencia.
Pasamos la noche en el albergue de la juventud de León (que no en el de peregrinos pues aún no lo éramos) y a la mañana siguiente nos acercamos a por la credencial a la plaza del grano de la capital leonesa (este documento atestigua que eres peregrino).

Plaza del grano de León
Pasadas las 11,30h comenzamos a recortar kilómetros a la distancia total que nos esperaba desde León hasta Santiago. 317; casi nada.

Punto de partida: monasterio de San Marcos de León

La primera etapa discurrió parte por carretera y parte por camino. Ésto iba a ser la tónica general, pues existían algunas discrepancias entre Juanki y yo de por donde ir -él consideraba que por la carretera íbamos a avanzar antes y sufrir menos... Yo opinaba que el camino había de hacerse por la ruta Xacobea, es decir, por donde el apostol pasó antes de llegar a Santiago-. A esto de sumaba mi afición por fotografiar los lugares de paso como recuerdo...
Transcurrida la primera etapa desde León hasta Ponferrada, nos acostamos tan pronto como pudímos. El día había sido duro. 103 kilómetros para empezar con rutas alternativas escogidas por equivocación eran un duro comienzo. Entre tanto habíamos pasado por Astorga, donde paramos para comer junto a la catedral y el Palacio Episcopal de Gaudí, de estilo neogótico.

Llegada a Astorga Fachada de la catedral de Astorga
Castillo de Los Templarios de Ponferrada
El viernes día 2 esperaba otra larga etapa. Tocaba dejar Ponferrada (no sin rodear el castillo de los Templarios restaurado por última vez en el siglo XIV-XV) para intentar llegar hasta Sarria, bonita localidad de la provincia de Lugo (me venía a la memoria cuando la visité con mi familia un buen puñado de años atrás). Entre medio estaba la subida al O´Cebreiro (1300m. de altitud) que para mayor dureza lo ascendimos por el camino (de esta forma me salía con la mía). El paisaje era espectacular. El único ruido que se hacía notar era el del viento, siendo interrumpido únicamente en algun que otro momento en el que el camino discurria junto al río. La bajada, esta vez sí, la llevamos a cabo por la carretera. De las velocidades que pudimos alcanzar al bajar tal pendiente mejor no hablar, pues de caerse uno podría quedarse hecho un cuadro (ni que decir que tanto las alforjas que colgaban de la bici de Juanki como mi mochila en las espalda nos acompañaban en todo momento).
Junto a una estatua del peregrino en Palas del Rey
Gatito en un momento de relax

En lo más alto del O´Cebreiro Juanki y yo en el alto de San Roque (1270m.)
Finalizada la segunda etapa habiendo dejado atrás otro bonito pueblo como Samos (vaya 93 kilómetros que realizamos), encontramos acomodo en el albergue del peregrino de Sarria (sólo quedaban 3 camas!!). Entre ronquidos y muelles pudimos dormir unas horas en las literas y de esta forma descansar antes de la tercera y última etapa que nos esperaba, ya hasta Santiago.
El sábado día 3 nos marcamos el objetivo de poner fin al trayecto. Sabíamos de la dificultad pues a los 125 kilómetros que nos distanciaban se sumaba el cansancio y alguna que otra dolencia muscular. Tras casi 4 horas por caminos de piedra, largas pendientes, y ríos que hubimos de atravesar, llegamos a Portomarín -apenas habían sido 30 escasos kilómetros los recorridos hasta el momento, pero el recorrido espectacular que habíamos dejado atrás había merecido la pena-. Allí repusimos fuerzas y nos desviamos del camino por la Nacional (ésta transcurre paralela al camino practicamente en su totalidad hasta la capital gallega).
Bonita calzada romana pasando Sarria Último descanso antes de llegar a Monte do Gozo
La dureza del tramo final no fue obstáculo y pasadas las 21h llegamos al albergue gigante del Monte do Gozo, donde decidimos pasar la última noche antes de vernos frente a la catedral. Sólo 4 kilómetros nos separaban de la plaza del Obradoiro y aún así decidimos dejar tan placentero momento para el día siguiente, domingo 4 de Mayo.
Entrando a Santiago...

...
Amanecía lloviendo, pero el día fue perfecto. El sol acompañó hasta media tarde, nos fotografiamos frente a la catedral, visitamos al apostol, recogimos el diploma del peregrino una vez presentamos nuestra credencial... Y encima comimos gratis en el Hotel de 5 estrellas de la plaza del Obradoiro. ¿Motivo? -Que fuimos los peregrinos más rápidos a la hora de presentarnos en la cochera del hotel Reyes Católicos antes de las 13h (nos habían informado durante el camino que los más "avispados" obtendrían tal premio).
Catedral de Santiago en la plaza del Obradoiro.
Por fin!!!!!
Y de esta forma finalizó -o casi- esta inolvidable aventura que dificilmente pueda olvidar (el "casi" viene del difícil retorno que tuvimos). Ahora... Roncesvalles-León espera. By:zulaicamedium