sábado, 7 de febrero de 2009

"La inglesa" ; una experiencia inolvidable (II)

De nuevo nos tocaba pasar una noche atípica. Llegamos a la estación pocos minutos después de haber salido hacia Londres el último bus. Teníamos noche cogida allí, pero conseguí anularla. A cambio nos tocó buscarnos la vida por Birmingham. Tras hacernos un bocadillo con el poco de comida que aún nos quedaba, nos dispusimos a buscar un pub o algo por el estilo donde poder pasar el rato, teniendo en cuenta que nuestro billete era para las 07h, debido a que el de las 03h estaba repleto.
Hubo suerte. Encontramos un animado pub, repletito de gente y con buena música. Dos plantas. Una para para la fiesta, otra para el relax. Optamos por esta última, por lo menos hasta que dejaron de echar los goles y reportajes de la Permier League. Acto seguido bajamos a la planta baja. La música y alguna que otra copilla contribuyeron a que el resto de la noche no fuese eterna. Y más lo hizo el chofer del bus de las 03h, que al ver que dos puestos no habían sido cubiertos nos permitió ocuparlos.
Del viaje mejor ni hablar. Nos pusimos cada uno en una punta y... Menos cómodo, cualquier cosa.
Era día 27. La primera experiencia del partido entre los villanos y los gunners había dejado el listón muy alto. Aún quedaba día y medio para la segunda cita (West-Ham vs Stoke City). No obstante, había tiempo suficiente para poder aprovechar.

Haciendo tiempo por London...

Y así fue: anduvimos en torno a Trafalgar Square, nos acercamos al Big Ben, cruzamos el río Támesis, nos fotografiamos en el London Bridge, visitamos el castillo de Tower of London...
Cundió la jornada; tanto como el mismo día 28. Durante la mañana nos acercamos hasta la Saint Paul's Cathedral; anduvimos por la zona hasta pasadas las 12h, momento en que cogimos un bus en dirección al barrio de West-Ham. El tiempo empleado rozó la hora de viaje, pero por fin llegamos.

Bobby Moore, el mejor central en la historia del país, levantando la Copa Jules Rimet.
"Hooligans" en Upton Park

A las 15h se ponía en juego el balón, por lo que apenas nos detuvimos en contemplar los aledaños, salvo para cogerme una bufanda y parecer así uno más de la hinchada local.
El partido no defraudó. A priori no se preveía un gran encuentro, pero afortunadamente la previsión se quedó ahí. Fue un partido disputado desde el primer minuto, donde el Stoke comenzaba sorpendiendo con un gol a la salida de un corner, obra del senegalés Abdoulaye Faye. El equipo local dominaba el encuentro. Empujado por los más de 30.000 espectadores, no cesaba en su empeño de intentar igualar la contienda. Fruto de ello llegó el empate, obra de Cole tras un mal despeje del veteranísimo capitán Griffin, involuntario protagonista después de que tras el gol su compañero Muller fuese expulsado tras propinarle a éste un tortazo. Fue la primera anécdota del partido, pues llegado el minuto 87 y pocos minutos después de haber saltado al campo, Diego Tristán, el que fuera delantero de la selección española durante varios encuentros hace ya media década, conseguía el segundo gol para su equipo, primero en su cuenta personal en la liga inglesa.

Upton Park, campo creado por y para la clase trabajadora de Londres
Upton Park (2)
Herbie; no cesó de animar a su equipo
Justo el momento en que A.Faye logra el 0-1 cabeceando en el 2º palo
Sorensen colocando la barreraOtro de nuestros emigrantes a tierras inglesas, celebrando su gol

Casualidades aparte, ambos partidos acabaron con nota. Y alta además (tal era la satisfacción que teníamos encima que Roberto fue a por su segunda camiseta, tras la de Agbonlahor. Esta vez el elegido era Parker, organizador de los hammers).
De vuelta al centro de Londres apuramos nuestros últimas horas por la ciudad. Satisfechos por la experiencia, fijamos una nueva fecha para repetirla: Seria A, Italia, Semana Santa. Veremos...
El día 29 tocaba volver. Aunque algo resignados, no quedaba más remedio. Antes Roberto se dejaba sus últimas libras en una nueva camiseta del liverpool (yo hacía lo propio con una del Blackburn), nos hacíamos unas últimas fotos y nos subíamos a bordo de un bus camino al aeropuerto. La aventura había llegado a su fin. Efectivamente, la inglesa, inolvidable.

El avión aterrizó el Santander. Me acerqué a Cabo Mayor......Y subí con mi primo Iñigo a lo más alto de Peña Cabarga

By: zulaicamedium