miércoles, 14 de noviembre de 2012

Ruta del TRANSMONGOLIANO


Octava parada: IRKUTSK Y MUSEO AL AIRE LIBRE DE TALTSY

Tras 39 horas de tren -largas pero entretenidas- el tren hace su aparición en Irkutsk, uno de los principales puntos de partida para las expediciones y viajes al lago Baikal, así como el destino final del viaje del correo del zar Miguel Strogoff en la novela -del mismo nombre- escrita por Julio Verne.

Estación de tren de Irkutsk

La ciudad fue fundada por un cosaco a mitades de siglo XVII a orillas del Angara, el único río navegable -sólo en verano pues durante el año está congelado- de cuantos salen desde el lago Baikal. Dicho lago se encuentra a 70 kilómetros de la ciudad, pero las excursiones a la famosa isla de Olkhon requieren casi 300 kilómetros de trayecto, o lo que es lo mismo: ¡¡8 horas de viaje en furgoneta!!

Gente joven en el nuevo paseo junto al río Agora
El agua de esta fuente procede el lago Baikal

Irkutsk es una de las poblaciones más numerosas de Siberia, con más de medio millón de habitantes. Es conocida como la "París de Siberia" por su variada arquitectura tradicional ("izbas" o "decembristas"), casitas de madera que se combinan con construcciones de piedra típicas de la arquitectura siberiana. Estas viviendas son muy características de la Rusia asiática y además exhiben en sus fachadas pequeños adornos tallados sobre la propia madera. Son fruto de las oleadas de deportados y exiliados de las que se fue nutriendo toda Siberia a causa del rechazo contra el zar Nicolás I, y toman precisamente su nombre del mes en que se produjeron las revueltas en San Petersburgo. Hoy en día no quedan muchas en pie debido a que a finales del siglo XIX un incendio se llevó varias por delante.

Antiguas casitas de madera
El tranvía conecta varios puntos de la ciudad

Irkutsk cuenta además con casi 700 monumentos históricos, lo que demuestra que se trata de una ciudad muy cultural.

Sin duda, la escultura que más me gustó: el viajero independiente
Como en otras muchas ciudades rusas, tanques y misiles son expuestos como un trofeo a pie de calle

Su centro histórico alberga varios puntos de interés, como la calle principal (Uritskogo), única calle peatonal de la ciudad y repleta de pequeños comercios. Ésta desemboca en una amplia plaza, lugar en donde los días festivos se celebra un colorido mercado.

Concurrida calle Uritskogo
Uno puede encontrarse a "Bob Esponja" incluso en Siberia
 Mural de "los trabajadores", próximo a la calle peatonal
Puesto de hortalizas y tubérculos en el mercado de Irkutsk
Puesto de kvas, bebida típica de Rusia muy refrescante

Sin duda Irkutsk alberga muchos otros puntos de interés además de los que pueden encontrarse en el centro histórico. Por un lado, la iglesia ortodoxa de "El Salvador", la más conocida de cuantas hay en la ciudad. Por otro, la catedral de la "Epifanía", una auténtica joya de siglo XVIII y que se levanta frente a la estatua del fundador de la ciudad. También los lugares de ocio tienen un gran atractivo; el circo -algo muy característico en todas las grandes ciudades del país-, el museo de historia, el teatro Ojlópkov... Y cómo no se debe citar el monumento a Lenin, que como en la mayoría de las ciudades de Rusia se levanta en unas dimensiones descomunales.

Catedral de la Epifanía
El circo de Irkutsk
Museo de Historia de Irkutsk
Llama eterna en memoria de los militares soviéticos caídos 
Viejo hospital de Irkutsk

A diferencia de otras ciudades, la estación de tren está alejada del centro urbano. Situada al otro lado del río Angara, está conectada con la ciudad a través de un viejo tranvía.

Estación de tren de Irkutsk
Uno de los tranvías de la ciudad

En la actualidad Irkutsk es una ciudad muy animada. Cuenta con una prestigiosa universidad, lo que hace que se vean jóvenes por todas partes. Además es un importante centro económico, político y militar y exporta carbón, aluminio, pieles de animales e incluso aviones.

MUSEO AL AIRE LIBRE DE TALTSY Y LISTVYANKA

Taltsy es un gran museo al aire libre -67hectáreas- situado a 47 kilómetros de Irkutsk. Es una pequeña aldea que alberga hábitats característicos de los habitantes de la región varios siglos atrás, los Buryats (mongoles de Siberia). En él pueden verse casitas de madera donde se vivía, cabañas donde se guardaba el ganado, una iglesia, una escuela, varios patios cercados y herramientas y utensilios que se utilizaban para la caza y pesca de animales, la cocción de alimentos o el almacenamiento de éstos.
En la actualidad se sigue trabajando en la restauración de este lugar.

Zona para cocinar y tienda de madera y cortezas de troncos
Saliendo de una tienda típica hecha con cortezas de troncos y ramas
 Antiguos trineos hechos de madera
 Aldea de Taltsy
 Aula de la escuela
 Mequeñas capillas de Taltsy
 Muralla alrededor de la aldea, hecha de madera
 Detalles de las construcciones típicas de madera
 Una persona con atuendos de antaño

Pocos kilómetros más delante se encuentra la población de Listvyanka, un pequeño pueblito pesquero a orillas del lago Baikal a donde muchos domingueros se escapan a pasar el fin de semana en familia.

Niños jugando sobre un barco abandonado a orillas del lago Baikal

Próximo post: ISLA DE OLKHON (LAGO BAIKAL)

viernes, 2 de noviembre de 2012

Ruta del TRANSMONGOLIANO


Séptima parada: OMSK

La ciudad sin mapa. Así es como decidimos denominar mi hermano y yo a esta peculiar urbe. Si bien su tamaño es considerable (sobrepasa el millón de habitantes), encontrar por internet un mapa urbano de esta ciudad mínimamente detallado resulta ser misión imposible.

Situada al sureste de Siberia y a orillas del río Irtysh, la ciudad está muy bien comunicada con el resto del país. Los 1500 kilómetros que la separan de Moscú son lo de menos. Las vías del tren Transiberiano, un importante aeropuerto y su principal río (navegable) hacen que estas distancias parezcan menos de lo que realmente son. 

Frente a nuestro tren en la estación de Omsk
Logo con el acrónimo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (CCCP)

Omsk guarda algún que otro punto de interés. Recorriendo sus largas y anchas avenidas uno puede encontrarse monumentos levantados en recuerdo a quienes murieron en alguna batalla, o algún que otro vestigio militar -algo muy común en la mayoría de ciudades importantes de Rusia- que recuerda la potencia que fueron y siguen siendo. 

Monumento por los muertos en la guerra
Pablo en un parque decorado por un tanque

Caminando a orillas del río Irtysh -importante estrategia si no se tiene mapa, para no perder así las referencias- pueden verse grandes buques surcar sus aguas. Echando la vista atrás, se aprecia un puñado de colosales grúas portuarias destacando por todo lo alto, lo que demuestra la importancia de este río para el transporte de grandes mercancías. Curiosamente y pese a no estar precisamente limpio, cuenta con una lujosa playa -en la confluencia con el río Om-, acondicionada para que no le falte de nada. Hamacas, duchas, complejo deportivo anexo a la zona... Eso sí, una llamativa señal invita a no bañarse, probablemente por la falta de saneamiento de sus aguas.

Embarcación navegando por el río Irtysh
Playa a orillas del Irtysh

Además la ciudad es un importante centro estudiantil. Universidades, institutos de educación secundaria y superior y alguna que otra academia, así lo atestiguan.
Pero si de algo nos puede sonar Omsk a miles de kilómetros de allí, es por ser el lugar de nacimiento de Miguel Strogoff (mensajero del zar de cuyas aventuras habla Julio Verne en su novela), así como un punto importante de paso en su ruta hasta Irkutsk.

Miguel Strogoff en una de las muchas ediciones de su libro

Dejando Omsk uno puede tomar diferentes decisiones sobre cuál ha de ser su próxima parada. En nuestro caso, nada más lejano que Irkutsk, a 39 horas de Omsk y 5185 kilómetros de Moscú. Así que qué menos que mostrar alguna foto de la convivencia que existe en el interior de los trenes rusos, con los nativos del lugar, gente que cubre "pequeños" trayectos y algún que otro pirado como nosotros que opta por embarcarse en esta aventura (aunque no es hasta Irkutsk cuando comenzamos a ver a los primeros mochileros).

Las provodnitsas rusas
La apariencia de las provodnitsas impone; luego son muy simpáticas
Cualquier parada es buena para reponer alimentos
Muchos de ellos cocinados por la propia gente del lugar
Puedes incluso comer dentro del tren a un precio asequible. Aquí la cocinera
Interior del tren; lo más parecido a un barracón repleto de literas
Los niños ocupan parte de tu tiempo; para ellos eres algo curioso
La mezcla de razas que se ve en los trenes es espectacular
Compartir cerveza, jugar a las damas... Cualquier cosa vale
Si quieres comer alejado de tu cama, toma ejemplo
Tiumen; una de las paradas que hace el tren antes de llegar a Irkutsk

Lo bueno de viajar en tren es que recuperas el tiempo y aprendes de nuevo a valorarlo, a tenerlo en cuenta. El tren, a parte de llevarte de un punto a otro, también hace que tu mente viaje de tal manera que ésta se convierte en una auténtica máquina de reflexionar. Ver el paisaje es tan hipnótico que nos ayuda a recrearnos en nuestros pensamientos. Es un momento único...

Pablo descansando
 Momento de reflexiones
 Cruzando uno de los tantos ríos siberianos
 Llamativa máquina remolcadora
 Nuestro tren I
 Nuestro tren II
 Estación de tren de Irkutsk

Próximo post: IRKUTSK (8ª parada)