martes, 7 de mayo de 2013

Ruta del Transmongoliano

Duodécima parada: CHINA (o República Popular China)

DATONG (Y ALREDEDORES)
PEKÍN
SHANGHÁI

Presentación:
Situado debajo de Mongolia es, a día de hoy, el país más poblado del mundo, con 1.340 millones de habitantes. Cuenta con 9.596.961 kilómetros cuadrados de superficie terrestre, lo que lo convierte en el cuarto país de mayor tamaño del mundo, tras Rusia, Canadá y EEUU. También destaca por ser el tercero con mayor superficie marítima.
Geográficamente limita con 14 países, entre los que sobresalen por sus dimensiones Rusia, Mongolia y La India. En términos generales, el territorio es montañoso en el oeste y llano en el este, lo que hace que los principales ríos vayan en dirección este. Es el caso de los ríos Hoang HoYangtsé, que además desembocan en este costado del país, siendo éste último el río el más largo de todos. El país tiene más de 50.000 cuencas hidrográficas de más de 100km cuadrados y más de 2800 lagos que superan el kilómetro cuadrado.
La cordillera del Himalaya se encuentra sobre la meseta del Tíbet al suroeste del país y sirve de frontera para Bután, La India, Nepal y Pakistán. Allí se encuentra el monte Everest con sus 8848 metros, lo que lo convierte en el punto de mayor altitud del planeta.
Compartiendo frontera con Mongolia en el norte del país, se encuentra el desierto del Gobi, uno de los más grandes que existen.
La capital del país es Pekín, si bien Shangái es actualmente la ciudad más poblada con más de 20 millones de habitantes, cifra que la convierte además en una de las urbes más pobladas del mundo.
El territorio total de China está dividido en 22 provincias, 5 regiones autónomas, 4 municipalidades y 2 regiones administrativas especiales, como son los casos de Hong Kong y Macao.


En datos económicos, China es un país es continuo crecimiento. Se trata de un país capitalista que se ha convertido en la segunda economía y potencia comercial más grande del mundo, pero que está llamado a ser la primera en los próximos años. Este éxito se debe básicamente a la fabricación de productos con una mano de obra barata, sus infraestructuras, la productividad relativamente alta, una política gubernamental favorable y al gran cambio en su economía, con un enorme superávit en los últimos años.
El sector turístico ha crecido mucho en los últimos años hasta el punto de convertirse en el quinto país que más extranjeros recibió durante el pasado año 2009. Caminar por la Gran Muralla china, visitar la 'Ciudad Prohibida' de Pekín, perderse entre las más de 7000 figuras a escala real de los guerreros y caballos de Terracota (en la provincia de Shaanxi), degustar la comida tradicional china, navegar por el río Yangtsé o disfrutar de las rutas a pie que pueden realizarse por el valle de Jiuzhaigou (en la provincia de Sichuan), son probablemente los mayores atractivos turísticos del país.
En lo referente al régimen político que rige hoy en China, éste está inspirado en el comunismo soviético, siendo un estado unipartidista liderado por el Partido Comunista de China.

Principales atracciones turísticas del país

Otras particularidades del país:
La civilización china es una de las más antiguas del mundo.
Actualmente China tiene relaciones con un total de 171 países y mantiene embajadas en 162.
Las Fuerzas Armadas de la República Popular China son las más grandes del mundo, con un total de 3 millones de miembros.
Si bien las infraestructuras y los medios de transporte del país son de lo más vanguardistas -pese a que aún se sigan utilizando algunos trenes o autobuses de los de antaño-, encontrar una plaza en un autobús o en un tren puede ser una quimera. Tanto es así que desde hace años se habilitan en muchos trenes varios vagones para que la gente viaje de pié, incluso aún tratándose de largos recorridos.
Durante la dinastía "Qin" (221 a.C.) el rey Qin Shi Huan se proclamó el 'primer emperador' e impuso muchas reformas a lo largo de su historia, como la normalización forzada del idioma chino, las mediciones y la moneda.
La dinastía "Song" (960-1279) fue el primer gobierno en la historia del mundo que estableció los impuestos y una política para establecer una armada permanente.
A partir del año 1949, Mao fomentó el crecimiento de la población , la cual casi se duplicó.
La moneda oficial de la República Popular China es el "renminbi", cuyo significado es "el dinero del pueblo". Su unidad base es el Yuan (actualmente 1 euro equivale a 8,09 yuanes), que es la unidad que puede verse en los precios del país.

1 Yuan chino

China destaca por tener una amplia variedad de flora así como una gran variedad de especies de animales salvajes, entre las que destacan las autóctonas como el oso panda, el mono de pelo dorado, el tigre del sur de China, el delfín blanco de río o el caimán chino, entre otras.
El clima que se da en China se diferencia en tres grandes zonas, debido a su gran extensión: la monzónica del este (clima húmedo), la zona seca del noroeste (clima seco) y la meseta del Tibet, al sur (clima frío).

Historia:
El nombre de 'China' surge del nombre de la provincia central de Shaanxi, en torno a la cual el país fue creciendo gradualmente. Tradicionalmente deriva de la dinastía "Qin", que reinó desde el 221 hasta el 206 antes de Cristo. En el siglo IV a.C. el territorio más allá de los Himalayas era ya denominado "Tsinstán" ("el país de los Tsin").
La dinastía "Xia" fue la primera que hubo en el país. Curiosamente no se sabe con certeza que haya existido, pues no hay datos arqueológicos que lo prueben; sólo literarios, que la contextualizan en el año 2205 a.C.
Posteriormente vinieron otras dinastías, como la de "Shang", "Han", "Quing", "Sui", "Tang", "Song", "Yuan", "Ming" y "Quing".
La historia reciente de China (último siglo) engloba muchos momentos históricos. Entre ellos destacan: la Revolución de 1911 (donde el gobierno del norte impuso un régimen dictatorial en el país); la fundación del Partido Comunista en Shanghái en el año 1921; los acuerdos firmados poco después entre el Partido Comunista y el Partido Nacionalista; el final del dominio del gobierno del norte (1928); la dirección del pueblo chino por parte del Partido Comunista durante la Guerra Revolucionaria Agraria (1927-1937), la Guerra de Resistencia contra la Agresión Japonesa (1937-1945) y la Guerra de Liberación (1945-1949); la proclamación de la 'República Popular China' por parte de Mao Zedong en el año 1949; la Revolución Cultural lanzada por Mao y sus aliados en el año 1966 -motivada por las luchas de poder dentro del Partido Comunista y el temor a la Unión Soviética- y la convulsión que ésta provocó en la sociedad china; el encuentro entre Mao y Richard Nixon (ex-presidente de los EEUU) en el año 1972 para establecer relaciones con los Estados Unidos, así como la admisión de la República Popular China en las Naciones Unidas en vez de la República China; la muerte de Mao (1976); las reformas económicas proclamadas por Deng Xiaoping (sucesor de Mao Zedong); la actual constitución (ley fundamental del Estado en la que se establece que sólo hay un partido gobernante) adoptada el 4 de Diciembre de 1982 por parte de la República Popular China; y el recientemente nombramiento de Xi Jinping como nuevo presidente, relegando así a Hu Jintao.

La bandera de la República Popular China representa la revolución. 
Las estrellas, a su vez, la unidad del pueblo

Acceso y salida del país:
Entrar en el país es relativamente sencillo una vez se tiene el visado para ello. Puede hacerse por tierra, mar y aire; y en nuestro caso fue de la primera de éstas opciones la elegida. Lo hicimos a través de un tren y de un autobús. Tras llegar sobre raíles a primera hora de la mañana a Zamiin Uud (última población mongola), un taxi nos acercó hasta el punto fronterizo. Allí varios jeeps aguardaban a transportar a quienes quisieran pasar a territorio chino. Tras una pequeña espera, hordas de mongoles y chinos comenzaron a abalanzarse sobre estos coches, lo que nos hizo ver que nos tocaba dar con uno libre cuanto antes. Conseguido el objetivo y ya en el interior de uno de ellos, nos tocó pagar una pequeña cuantía al chófer, quien nos dejó frente a la zona donde se llevaban a cabo los controles migratorios.
Tras superar este trámite, ya estábamos en China, aunque aún quedaba un pequeño trayecto en autobús hasta la primera población: Erlian.
Con la sensación de haber superado lo más difícil, indagamos sobre cuál era la manera más adecuada de llegar hasta Datong, nuestra primera parada. Tras desechar la opción de coger un taxi (demasiado caro) así como la de ir en tren (el único que existe a diario ya había partido), finalmente nos decidimos por coger un bus hasta Ji Ning, una ciudad a caballo entre Erlian y Datong. 5 horas incómodas de bus -pasajeros fumando a bordo de éste, gente subiendo y bajando como si de un urbano se tratase, el chófer pitando continuamente como avisando de que ahí íbamos, carreteras de gravilla llenas de porquería...- y ya estábamos haciendo cola en la estación de tren de Ji Ning, rodeados de chinos que nos miraban como las vacas al tren, es decir, como si nunca hubiesen visto a alguien con rasgos diferentes a los suyos.
Billete en mano, nos subimos a bordo del tren, y poco menos de tres horas después ya estamos en Datong (provincia de Shaanxi), nuestro punto de partido en nuestro recorrido por China.

Aledaños de la estación de tren de Ji Ning

Nuestro planning:

Seis días en un país como China dan para lo que dan. Las dimensiones de esta nación son enormes, las distancias entre los principales puntos de interés, abismales... y las ciudades más importantes (casos de Pekín y Shangái) están desbordadas de habitantes. Así que nos centramos en visitar los alrededores de Datong (el Templo Colgante de Hengshan y las grutas de Yungang), la capital Pekín y sus alrededores (la Gran Muralla China) y Shangái, una urbe cuya población se ha multiplicado por diez en la última década y que se ha convertido en la "Manhattan china".

Nuestro recorrido: Erlian, Ji Ning, Datong, Pekín, Shanghai


> DÍA I: Grutas de Yungang y Templo Colgante de Hengshan (alrededores de Datong).

Dos excursiones que justifican la parada en Datong.

Amanecemos temprano en lo más alto de nuestro hotel de Datong, cercano a la estación de tren y con el cual dimos la noche anterior al poco de llegar a la ciudad (45 yuanes persona/noche). El día parece nublado, pero nada más allá de la realidad. Es contaminación a todas luces. A escasos 200-300 metros las cosas se ven confusas. Una ligera nubecilla gris envuelve a la ciudad. Una de las tantas ciudades industriales de China que contribuye al efecto invernadero.

La contaminación del aire es evidente (Datong)

Bajamos a pie a la recepción del hotel desde un octavo piso (es lo que tiene pedir la habitación más barata; un cuchitril lleno de polvo, con la moqueta húmeda quién sabe por qué, el baño sin asear y disponibilidad de agua sólo desde el mediodía) y optamos por que nos llamen a un taxi (320 yuanes en total; 80 por cabeza, tras regatearle el precio inicial), tras desechar acercarnos a alguna agencia de viajes a que nos asesoren (o ir en alguna excursión organizada) para así ganar tiempo y dinero. Al poco el chófer se presenta en la puerta. Conversamos con él sobre el planning que tenemos en mente, regateamos el precio final, dejamos las mochilas en la recepción del hotel y salimos hacia las grutas de Yungang, situada a escasos 20km en dirección norte.
Se trata de un conjunto de 53 grutas y unas 1200 hornacinas con más de 51.000 estatuas budistas talladas en piedra esparcidas por un área de un kilómetro cuadrado de extensión. Éstas consituyen el mayor grupo de grutas conservado en China. Su construcción se llevó a cabo en el siglo V, en la base de las montañas próximas a Datong. Duró apenas 34 años. Cada gruta tiene una estatua principal de Buda, llegando alguna a alcanzar los 16'8 metros de altura.
En el año 2001 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El precio por el acceso a las grutas es de 150 yuanes / 75 para estudiantes.

Acceso a los templos junto a las grutas de Yungang
Templos budistas de Yungang (I)
Templos budistas de Yungang (II)
Interior de uno de los templos budistas de Yungang
Exterior de una zona de grutas en Yungang
Estatuillas de Buda esculpidas en la roca 
Pueden verse estatuas de Buda de todos los tamaños
Buda
Detalles en el interior de una de las grutas de Yungang

Visitadas las grutas de Yungang, nos reencontramos con el taxista un par de horas después en el mismo punto de acceso a éstas. Tocaba continuar con el planning, por lo que pronto nos pusimos en ruta en dirección el Templo Colgante de Hengshan. Como estábamos 20km al norte de Datong y éste se encuentra a 80km al sur de la ciudad, fueron 100km aproximadamente y una hora de viaje el tiempo que empleamos en llegar hasta él, atravesando alguna que otra población donde una vez más sólo se veían enormes chimeneas eliminando gases a todo trapo.

Zona industrial, muy contaminada

Situado en el corazón de un desfiladero a los pies de la montaña Heng (o monte Hengshan) y junto a una presa hidroeléctrica, es un templo de pequeño tamaño cuya mayor peculiaridad es precisamente esa, estar aferrado a la roca pendido de una montaña a 70m. del suelo, en permanente desafío a la gravedad. Data del siglo IV-V, aunque fue restaurado hace poco más de un siglo. Fue construido con una técnica que consistía en perforar hoyos en la misma roca, en los cuales se colocaban unos postes que a día de hoy lo siguen sosteniendo. Posteriormente se fueron añadiendo pilares móviles de madera por debajo de éste debido a que había quien no lo encontraba seguro. Se cree que gracias a la mano de obra cualificada de quienes lo construyeron, dichos pilares podrían ser retirados en cualquier momento y aún hoy en día el templo se sostendría sin ellos. ¡Parece mentira que con la cantidad de gente que pasa por hasta día de hoy no se haya venido abajo!
Otra de las peculiaridades del templo es que está dedicado a tres religiones: el Taoísmo, el Budismo y el Confucionismo. Todas ellas tienen su espacio y dentro de él hay además 78 estatuas y múltiples figuras talladas en piedra.
El precio por el acceso al templo es de 130 yuanes / 65 para estudiantes.

Templo colgante de Datong (I)
Templo colgante de Datong (II)
Primer plano del templo colgante
Pilares de madera que ayudan a sostener el templo
Uno de los pasillos del interior del templo colgante

De vuelta a Datong, desde el taxi corroboramos lo que ya conocíamos: que Datong no tiene ningún atractivo, por lo que dedicar tiempo a la ciudad con los días que disponíamos no era una buena opción.

Tras coger la mochila del hotel, fuimos camino de la estación de tren. Desde allí una conexión directa a media tarde hasta Pekín (55 yuanes por cabeza) nos dejó en la capital del país. Fueron 7-8 horas a bordo de un tren de butacas repleto de gente, en un trayecto en el cual pudimos ver desde la ventanilla los famosos campos de arroz donde trabajan muchos campesinos.

Campos de arroz (vista desde el tren)
Fábrica industrial (vista desde el tren)
Jugando a las cartas con nuestros amigos los finlandeses

Ya en Pekín y con la noche al caer, nos despedimos de nuestros amigos finlandeses, puesto que ellos tenían la reserva para pasar la noche en una punta de la ciudad y nosotros en otra.

Aspecto exterior de la estación central de Pekín

> DÍA II: Plaza Tiananmen, 'Ciudad Prohibida', parque Jingshan, centro histórico de Yandai Xiejie y torre "tambor" y torre "de la campana" (Pekín).

Arquitectura china tradicional hasta la saciedad.

La capital china es actualmente el corazón cultural, político y social del país. Tiene una población que ronda los 18 millones de habitantes, sólo superada por su vecina Shanghai. Cuenta con unas infraestructuras realmente espectaculares, como son sus dos estaciones de tren, el aeropuerto -situado a 20km. de la ciudad- o el Estadio Nacional de Pekín (conocido como "Nido de pájaro" por su apariencia), sede de los Juegos Olímpicos de 2008.

A pesar del daño causado por la Revolución Cultural y el crecimiento urbano -que conllevó, entre otras cosas, a la demolición de los "hutongs", pequeños barrios o antiguos callejones que conforman la parte antigua de Pekín y que aún sobreviven a los rascacielos y otras modernas construcciones-, todavía existen algunas atracciones históricas; son los casos de la Gran Muralla China, el Palacio de Verano o la Ciudad Prohibida, entre otras.

Si en nuestra primera jornada en Datong no habíamos visto ninguna construcción típica China -únicamente bloques de hormigón cada cual más alto-, nuestro itinerario por Pekín incluía, en cada punto de interés, un templo o edificio similar, resultado de la arquitectura tradicional china.

Fue un día 'non-stop' por la capital del país. Apenas nos levantamos fuimos camino de la plaza Tiananmen, una de las plazas más grandes del mundo, con 440.000m. cuadrados (880m. de largo y 500m. de ancho)Este espacio es todo un símbolo desde que en el año 1949 fuese proclamada la República Popular China. Con su construcción se pretendió crear una gran explanada en la que se pudieran desarrollar masivos actos de adhesión política, al estilo de los que se realizaban por aquél entonces en la Plaza Roja de Moscú, en la Unión Soviética. Está situada en el centro de la capital, frente a la "Ciudad Prohibida", y está flanqueada por dos importantes edificios: el Museo Nacional de Historia y de la Revolución y el Gran Palacio del Pueblo. También se encuentran próximos a la plaza el nuevo Gran Teatro Nacional de China y el museo ferroviario de Pekín. En el centro de ésta se levanta el monumento a los Héroes del Pueblo, un obelisco de piedra de 38 metros de altura en la cual se puede leer una inscripción realizada por Mao Zedong que dice: "Los héroes del pueblo son inmortales". Y precisamente en honor a Mao Zedong -fundador de la República Popular china- se alza el mausoleo y cuyo cuerpo reposa en su interior.

Mausoleo de Mao Zedong y obelisco en la plaza Tiananmen
Puerta Zhengyang

Vista la plaza, nuestra afición por los trenes nos llevó a visitar el museo del ferrocarril. Situado en un edificio que por su arquitectura ya hace pensar que tiene alguna relación con el mundo ferroviario, es toda una joya para los amantes de los trenes.
El precio por el acceso al museo del ferrocarril es de 10 yuanes.

Exterior del museo del ferrocarril de Pekín
En el interior del museo ferroviario de Pekín

Nuestra siguiente visita fue a la 'Ciudad Prohibida'. Construida entre 1406 y 1420, el complejo cuenta con 980 edificios -con una arquitectura palacial tradicional de China- y ocupa un área de 720.000 metros cuadrados. Se trata de un recinto amurallado repleto de templos, jardines y estrechas callejuelas. Fue el palacio imperial chino de la dinastía Ming hasta el final de la dinastía Quing y actualmente alberga el museo del palacio. Además durante casi 500 años fue el hogar de los emperadores de China y su corte, así como centro ceremonial y político del gobierno chino.
En 1987 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y está considerada como el mayor conjunto de estructuras antiguas de madera del mundo.
El precio por el acceso a la 'Ciudad Prohibida' es de 60 yuanes / 30 para estudiantes.

Acceso a la 'Ciudad Prohibida' desde la plaza Tiananmen
En el interior de la 'Ciudad Prohibida'
Palacio de la "Suprema Armonía" en el interior de la 'Ciudad Prohibida'
Patio interior, el más amplio de la 'Ciudad Prohibida'
Pequeño patio interior ('Ciudad Prohibida')
Pequeños templos ('Ciudad Prohibida')
Parte trasera del palacio de la "Suprema Armonía"

Tras dejar la 'Ciudad Prohibida' por el extremo opuesto por el que se accede, fuimos al parque Jingshan. Este parque tiene más de 800 años y es un excelente punto desde donde disfrutar de una buena panorámica de la ciudad, gracias a una colina artificial de más de 50 metros de altura y que está coronada por un pequeño templo.

La 'Ciudad Prohibida' vista desde la colina de Jingshan
"Rincón musical" en el parque de Jingshan

Tras descender de la colina fuimos a Yandai Xiejie, uno de los "hutongs" de la ciudad. La calle principal mide apenas 300 metros y está repleta de pequeños negocios comerciales. Por el camino pasamos junto al lago Houhai, uno de los espacios naturales ubicados en el corazón de Pekín.

Curiosa estatua en la oficina de correos del hutong de Yandai Xiejie
"Polivalente" lago Houhai; se pasea en barca, se pesca, se nada...
Paseos en barca por el lago Houhai

No muy lejos de allí se encuentra la torre "tambor" y torre "de la campana". La primera de estas sobresale por lo alto en un barrio de casas bajas. Fue construida en el año 1272 y reconstruida en el año 1420. Tiene una altura de 47 metros y toma su nombre un gran tambor -y otros 24 más pequeños- que había en su interior.

Torre del "tambor" de Pekín

A escasos 100 metros de la torre "tambor" se encuentra la torre "de la campana", de 48 metros de altura. En su interior cuenta con una campana de cobre de 7 metros de altura y 63 toneladas de peso.

Por último, nos acercamos al templo de los Lamas. Por el camino atravesamos una pequeña barriada compuesta por un entramado de callejones donde la gente hacía vida a pie de calle.

Ajetreo
El día a día para algunos habitantes de esta barriada

Este es templo budista tibetano más importante que existe fuera del Tíbet, además de uno de los centros religiosos más populares de Pekín. Fue construido durante el siglo XVII como palacio para el príncipe Yongzhen, y en 1744 se convirtió en un importante monasterio para los monjes lamas. Actualmente el monasterio es el refugio espiritual para un grupo de monjes mongoles dedicados al estudio de la astronomía y medicina.


> DÍA III: Gran Muralla China y Palacio de Verano.

Mi primera visita a una de las "siete maravillas del mundo".

Nuestra tercera jornada por tierras chinas fue muy fructífera. Resumiendo, pasamos la mañana visitando un trozo de la Gran Muralla china y ocupamos la tarde paseando por el Palacio de Verano del emperador Quialong.

A primera hora de la mañana y bajo un sol abrasador, cogimos un bus y nos desplazamos durante casi una hora desde el centro de Pekín hasta la Gran Muralla. Ésta realiza una sinuosa travesía a través de montañas, desiertos y llanuras de la geografía china a lo largo de 8.850km. En la actualidad la mayor parte de la muralla se encuentra en ruinas, algo que hace difícil que se pueda transitar por ella, de no ser por algunos tramos que se han restaurado recientemente.

Tramos de la Gran Muralla China

Pese a su robustez, llama la atención que la muralla fuera superada por los mongoles allá por el siglo XIII y posteriormente lo volviesen a conseguir los manchúes, ya en el siglo XVII.
De los casi 9.000km. de muralla, Badaling fue nuestra elección. Este tramo se encuentra a 80km. de Pekín y fue el primero que se abrió al turismo, en el año 1957. Es uno de los puntos de la muralla con mayor masificación turística y dispone de un teleférico así como de varios toboganes para quienes quieran deslizarse montaña abajo. En su acceso varios osos panda se convierten en otra de las atracciones del lugar.
Pasear por la muralla es una experiencia única. Si bien son muchas las murallas en el mundo sobre las que uno puede caminar, el cambio de relieve continuo de la Gran Muralla china -donde en ocasiones la inclinación es realmente exagerada- lo hace única.
El precio por el acceso a la Gran Muralla china -tramo de Badaling- es de 45 yuanes.

La Gran Muralla china en su tramo de Badaling
El grado de inclinación en algunos puntos es máximo
El relieve ondulante de la muralla es la tónica a lo largo de su recorrido

Tras un largo caminar por la Gran Muralla, emprendimos la vuelta a Pekín. Tocaba pasar la tarde visitando el Palacio de verano del emperador, otro lugar, sin duda, memorable. Está situado a unos 12 kilómetros del centro de la capital y desde el año 1998 forma parte del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se extiende a lo largo de casi 300 hectáreas a orillas del lago Kunming y contiene varias construcciones de interés, entre los que destacan, entre otros, edificios residenciales, teatros, pagodas, puentes y muelles. Fue construido en el año 1750 por orden el emperador Quialong para su disfrute y el de su familia, y hoy en día se ha convertido en un bonito lugar de esparcimiento. Su aspecto actual se debe a un proceso de restauración que se llevó a cabo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, necesarios debido a que quedó prácticamente destruido por las fuerzas franco-británicas durante la 'Segunda Guerra del Opio'.

Lago Kunming, en el interior del Palacio de verano
Zona residencial del Palacio de verano, con la pagoda del "Buda Flagrante"

Como principales puntos de interés está el gran corredor -un pasillo con techo de 750m. hecho de madera y que cuenta con 14.000 pinturas-, la Pagoda del "Buda Flagrante", el barco de mármol o el puente de los diecisiete arcos -de 150m. y decorado con 540 leones esculpidos en diferentes posturas, que una la orilla del lago Kunming con la pequeña isla de Nanhu-.

Calle Suzhou. Era la calle comercial del Palacio de verano
Templos en el interior del Palacio de verano
Exterior de uno de los muchos templos del Palacio de verano
Torre de "la fragancia de Buda", en el interior del Palacio de verano
Detalle de uno de los templos, con cantidad de estatuillas de Buda
Uno de los barcos de mármol...
...y otro
Atuendos típicos
Varios puentes de este tipo cruzan diferentes puntos del lago Kunming
Atardecer sobre el Palacio de verano del emperador
Puente de los 17 arcos


> DÍA IV: De Pekín a Shanghai.

O lo que es lo mismo, de una metrópolis de 17'6 millones de habitantes a otra de 23.

El tren desde Pekín a Shanghai (1320km. de distancia) tarda 9 horas y viene a costar unos 50 euros. Es la opción más económica dentro de este tipo de trenes, aunque quienes estén dispuestos a gastar más pueden desplazarse en un nuevo tipo de tren que cubre el mismo trayecto en apenas 4h50'.

En nuestro caso partimos a las 09'38h y no fue hasta las 17'27h cuando llegamos a la estación ferroviaria de Shanghai, bastante alejada del centro urbano pero muy bien comunicada gracias al metro.

Shanghai debe su nombre a los británicos, quienes denominaron así a la zona del malecón donde hoy en día se encuentra el puente Baidu, tan visitado por los turistas por su peculiar iluminación. Es la ciudad más poblada de China -incluso por delante de la capital Pekín- y una de las más pobladas del mundo, con 23 millones de habitantes (en 1982 eran 6'2 los millones de personas que la habitaban). Está situada al este del país en el delta del Yangtsé -el río más largo de China y el tercero del mundo tras el Amazonas y el Nilo-, lo que hace que sea un importante punto de salida al mar. Es un importante eje financiero y comercial, y desde hace dos décadas cuenta con el mayor puerto del mundo por volumen de mercancías. Además Shanghai se ha convertido en un importante destino turístico, principalmente por espacios como The Bund, el templo del "Dios de la Ciudad" y los rascacielos del distrito de Pudong.

Una vez el metro nos dejó en el corazón de la ciudad, dejamos nuestras pertenencias en el hotel. Acto seguido y con la idea de aprovechar lo que quedaba de tarde, optamos por pasear por The Bund, una zona que a finales del siglo XIX y principios del XX se convirtió en uno de los mayores centros financieros de Asia y donde hoy en día se encuentran las construcciones más emblemáticas de la etapa colonial europea, con hasta 52 edificios de estilo clásico renacentista.

The Bund, de noche (I)
The Bund, de noche (II)

El paseo junto al Yangtsé permite disfrutar de una panorámica inmejorable sobre el distrito de Pudong, el área de rascacielos de la ciudad.

Torre de la televisión Perla
Monumento a los héroes del pueblo (derecha) y distrito financiero de Pudong
Panorámica del distrito financiero de Pudong


> DÍA V: The Bund, templo de Jing'An y distrito de Pudong.

Conociendo los símbolos de la ciudad.

A primera hora de la mañana nos dimos un segundo paseo por la zona de The Bund. De esta forma, conseguimos tomar la calle que nos llevó hasta la arteria principal de la ciudad: la Nanjing Road. Aquí se encuentra casi toda la actividad comercial de Shanghai. Tiene más de 5 kilómetros de longitud y da al templo Jing'An, otro de los puntos de interés de la ciudad.

Panorámica del distrito financiero de Pudong
Nanjing Road

El Jing'An es un templo budista cuyo nombre significa "paz y tranquilidad". Es el más antiguo de cuantos existen en Shanghai y fue construido en el lugar donde se intalaron los primeros budistas en China. Tiene la peculiaridad de albergar un pozo en su interior, una estatua de un buda sentado -de 3'8m. de altura- y una campana de cobre de la dinastía Ming, que mide 6'2m. y pesa 5 toneladas.

Exterior del templo Jing'An, rodeado de grandes edificios de oficinas
Templo Jing'An
Zona residencial en el interior del recinto del templo Jing'An
Estatua de Buda (Jing'An)

La tarde la ocupamos visitando el distrito de Pudong. Se trata de un importante centro financiero y comercial que ha ido emergiendo incesantemente desde 1990 hasta convertirse en una pequeña Manhattan. Alberga el mayor mercado de valores de todo el país así como numerosos rascacielos -símbolos del desarrollo económico chino en la actualidad-, si bien es cierto que la construcción de éstos ha ido cesando en los últimos años.

El distrito financiero de Pudong, visto desde dentro
Famosa torre "saca-corchos" (de las dos centrales, la de la izqda) de Pudong
The Bund, visto desde el distrito de Pudong
Torre Perla


> DÍA VI: Museo del ferrocarril, templos de los budas de Jade y 'Ciudad de Dios', y tren Maglev.

Entre templos y trenes.

La visita del museo del ferrocarril de Shanghai -mucho más pequeño que el de Pekín- se convirtió en nuestro primer quehacer del día. Nos presentamos allí a primera hora, puesto que los horarios de apertura eran, cuanto menos, extraños.
Situado en la antigua estación de tren de la ciudad, cuenta con varias piezas de máquinas y vagones expuestas al aire libre. Ya en su interior, varios paneles informativos cuentan la historia del ferrocarril en el país asiático, así como el papel que ha jugado éste en Shanghai. Además varios objetos de antaño se exponen en cada rincón. Pero lo realmente fascinante y que hace peculiar sin duda a este museo, es la cabina de simulación. Como si de una máquina de tren real se tratase, una guía controla palancas y pedales y acciona cuantos botones  necesita para hacer "avanzar" al tren. O esa es al menos la sensación que se tiene desde dentro, cuando el paisaje va quedando atrás. Increíble.
El precio por el acceso al museo del ferrocarril de Shanghai es de 10 yuanes.

Exterior del museo del ferrocarril de Shanghai
Sello del museo del ferrocarril de Shanghai

Una vez dejamos atrás el museo, fuimos en busca del templo de los "Budas de Jade". Se trata del templo budista más célebre de Shanghai. Alberga varias construcciones religiosas hechas de madera llenas de colorido. Se levantó para rendir culto a dos estatuas de Buda hechas de jade (un mineral que se utiliza en China desde hace más de 5.000 años principalmente para la fabricación de utensilios), traídas desde Birmania y regaladas por un emigrante a un abad chino por su peregrinación al Tíbet.
El precio por el acceso al templo de los "Budas de Jade" es de 20 yuanes.

Templo de los "Budas de Jade"

La tarde transcurrió visitando los exteriores del estadio olímpico de Shanghai, la catedral y el templo "Ciudad de Dios". El primero de estos lugares fue inaugurado en el año 1997. Cuenta con una capacidad para 80.000 espectadores y fue una de las sedes del torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos del 2008.

No muy lejos de allí se encuentra la catedral de Shanghai, un templo católico que curiosamente pertenece a la diócesis de "San Ignacio de Loyola". Si bien la mayoría de chinos son budistas o taoístas, hay una pequeña parte de ellos que se corresponde con la religión católica, entre otras. Su aspecto exterior es el de una iglesia gótica hecha a base de ladrillos, mientras que su interior muestra un estilo neogótico, despojado de ornamentos y pinturas.

Ya por último y antes del anochecer, fuimos a visitar el templo "Ciudad de Dios", en el distrito de Huangpu. Más que uno son varios los templos de madera que se levantan en un mismo área de un km. cuadrado. Constituye el núcleo de la antigua ciudad de Shanghai. Se trata de un complejo con barrios tradicionales, hoy en día desbordados de tiendas y restaurantes de comida rápida. Está conectado con el jardín Yuyuan -otro de los lugares destacados de la ciudad- y data de 600 años atrás.

Una de las zonas más concurridas del templo "Ciudad de Dios"
Aledaños de los jardines Yuyuan

Nuestro viaje estaba llegando a su fin, cuando quisimos darle un poco de emoción. Debíamos ir al aeropuerto de Pudong y optamos por la forma menos convencional de cuantas eran posibles para hacerlos. Cogimos el Maglev. Se trata de un "tren" que se propulsa gracias a la levitación magnética y que va en suspensión gracias a una serie de imanes para su sustentación. Es único en el mundo y tiene la ventaja de ser más silencioso y rápido que el transporte sobre ruedas. Llega a alcanzar los 581km/h, lo que permite cubrir los 18km. que separan la ciudad de Shanghai del aeropuerto en un tiempo récord de 6'-8'.
El precio del billete de tren Maglev es de 50/50 yuanes.

Tren Maglev


 Conclusiones:
China es uno de esos países que requiere tiempo, mucho tiempo para visitar. Sus dimensiones, el tamaño de sus urbes así como las distancias existentes entre éstas, hacen que no resulte nada sencilla una visita completa del país. Si bien Pekín y Shanghai son dos de los lugares más visitados del país, el patrimonio cultural y natural repartido por todo el territorio es inagotable. Buena parte del país está muy desarrollado, pero siguen existiendo zonas rurales que se mantienen intactas, tal y como eran hace cientos de años.

Apenas se accede al país uno comprueba la dificultad de encontrar un lugar donde pasar un rato tranquilo. Hay gente por todas partes. En los trenes y autobuses resulta imposible encontrar un asiento libre -incluso se viaja de pie en muchas ocasiones-, los metros están siempre saturados y atravesar algunas calles comerciales de las principales ciudades puede convertirse en toda una aventura. Y si a esto sumamos la curiosidad que muestran en general los chinos por la gente de Occidente, el resultado puede llegar a ser agobiante.
En general, los chinos y los españoles tenemos algunas diferencias considerables. Éstas no nos hacen ni mejores ni peores; es cuestión de costumbres. Dejando a parte las diferencias generales (moneda, idioma, rasgos físicos, etc.), existen algunas peculiaridades -respecto a la gente de Occidente- que extrañan al visitante. He aquí unas cuantas:
- La preferencia por ir en grupos: no es algo que les caracterice sólo cuando viajan al exterior. También en su propio país tienden a no estar nunca solos y formar grupos numerosos.
- Los tapujos o escupitajos: otra particularidad innegable de los chinos son los esputos que expulsan los chinos sin tapujo alguno. Para ellos es un gesto natural del cual no creen que deban avergonzarse. Ver a un taxista bajar la ventanilla y quedarse tan a gusto lanzando uno de éstos es algo normal para ellos.
- La comida: son muy dados a cocinar sus alimentos muy hechos y a tope de especias con picante. Bien sea pato, pollo o cerdo, se les hace intragable comer "al punto". A veces pedir algo sin picante y conseguir que así sea puede convertirse en toda una odisea.
- La bocina de los vehículos: estar en un taxi o autobús en medio de un atasco de coches y bicicletas en avenidas de más de diez carriles puede resultar un buen método para volverse uno loco... o para vivir in-situ un concierto de "pitos". Hacen uso de la bocina como si de un bien necesario para vivir se tratase... y queda claro que para sobrevivir, lo es. Así como en Nápoles se han acostumbrado a conducir sin retrovisores exteriores, resulta impensable que aquí pudieran llegar a conducir sin bocinas.

Pese al tráfico, suele haber civismo a la hora de conducir

En definitiva, recomiendo una larga estancia en China para quien quiera llevarse una acertada idea general de este país. Y, a ser posible, tomárselo con tranquilidad.

A falta de un lugar tranquilo, "bueno" es echarse donde a uno le plazca