Nos levantamos con ganas de aprovechar desde primerísima hora de la mañana. El primero de nuestros destinos es Bermeo, un pequeño y pintoresco pueblito de casi 17.000 habitantes, perteneciente a la provincia de Vizcaya y que cuenta con una arraigada tradición marinera, ya que su economía se basa mayoritariamente en la pesca.
Puerto de Bermeo (I)
La segunda localidad que visitamos se trata de Mundaka, conocida principalmente por los eventos surferos organizados por Billabong y que hacen que esta localidad (que ronda los 2.000 habitantes) se vea desbordada año a año.
La "ola" de Mundaka también merece una mención. Está considerada como una de las mejores izquierdas del mundo y es perfecta para la práctica del surf uno de cada tres días del año. Por desgracia, el nuestro no fue uno de ellos.
Carlos posando con un cartel que hace alusión a "la ola"
Ya a primera hora de la tarde apetece un baño. Hay que ir a San Juan de Gaztelugatxe pero aún sobra tiempo para una paradita en Bakio. El pueblo en sí apenas ofrece nada destacado que visitar, pero en la playa nunca faltan bañistas.
Echándonos unas risas en la playa de Bakio
A media tarde, toca el plato fuerte. Nos acercamos al islote de San Juan de Gaztelugatxe, con su hermita de San Juan y su refugio. Simplemente, espectacular.
Allí pasamos lo que queda de tarde.
Frente a San Juan de Gaztelugatxe
PanorámicaA los pies de la ermita...
Y los más valientes que llegamos hasta ella
Vistas desde arriba; casi nada!!
El sostén de las escaleras hasta la ermita
Y los más valientes que llegamos hasta ella
Vistas desde arriba; casi nada!!
El sostén de las escaleras hasta la ermita
Antes de anochecer, volvemos a Zarautz con tiempo aún de darnos un último baño con las tablas y los paipos.
Anochecer en Zarautz, y últimas olas
Y de esta forma concluye nuestra semanita por la costa vasca, habiendo combinado playa con visitas a las localidades y lugares más atractivos de la zona.