Por último, habiéndose bajado ya mucha gente del tren, aparecieron los revisores (¡hasta cuatro!) para pedirnos las reservas del tren. Y después de hablar durante un buen rato con ellos exponiéndoles que en Europa el pase de interrail permite viajar en trenes sin reserva ocupando los puestos libres, accedieron a dejarnos continuar el trayecto sin pago adicional alguno (realmente deberíamos haber pagado pues ese tren era de reserva obligatoria y además ya no estábamos en Europa, sino en la parte asiática de Turquía para la cual el billete de interrail no tiene validez). Vamos, que no tenían ni idea de cómo funciona esto.
Uno de los pocos momentos de relax al llegar a Ankara
Una vez en la capital turca (que no es Estambul, pese a que antaño sí lo fuera y pese a que hoy en día triplica el número de habitantes de Ankara o que es además el centro financiero, económico y cultural del país) intentamos localizar el conocido Mausoleo Atatürk (el que fuera primer presidente de la moderna República de Turquía), una de las tantas obras públicas que llevan su nombre. Damos alguna que otra vuelta de más pero finalmente llegamos hasta él. Ubicado en lo alto de una colina, vemos la tumba donde se encuentran los restos del que fuera gobernador, visitamos la plaza y disfrutamos de una gran panorámica de la ciudad.Acceso al Mausoleo Atatürk
Una vez visto, vamos en taxi ("barato, barato") hasta el Museo Arquológico Nacional, en lo que supone así mi primer taxi en los 10 interraíles hechos hasta la fecha. Ubicado también en lo alto de una colina, vemos en él una infinidad de restos arqueológicos y ruinas muy bien preservadas y expuestas de una forma muy cuidada.Posando frente al Museo Nacional de Arqueología
Posteriormente ascendemos hasta la cima de la colina, donde se encuentra la ciudadela, una zona de la ciudad realmente atractiva pero muy pobre y con síntomas de excesiva dejadez por parte de las autoridades locales.Puerta de acceso de la ciudadela vista desde el extramuro
Antes de dejar atrás la ciudadela podemos disfrutar de una vistas privilediadas tanto de la enorme mezquita Kocatepe como de la torre de comunicación y observación Atakule, que se puede ver casi desde cualquier parte de la ciudad.Mezquita Kocatepe y torre Atakule al fondo
Hechas las pertinentes fotos y habiendo quedado demostrado es poco lo que ofrece Ankara al visitante (pese a que sus dimensiones y a que alberga también varias universidades o el Museo Nacional entre otras cosas), optamos por abandonar ésta en autobús en dirección a Göreme, ya en la Capadocia.Dejamos Ankara desde la inmensa estación de autobuses en torno a las 12h del mediodía. El calor es bochornoso pero aguantamos como podemos. Pasadas las 19h, llegamos a Göreme.
Con unas ganas tremendas de bajarnos del bus y sin tiempo que perder, cogemos las mochilas y nos vamos en busca del albergue "Jose", un lugar realmente increíble donde pasar la noche al módico precio de 7 euros por cabeza, con piscina, amacas... Y unas vistas de ensueño.
Vistas desde el autobús de uno de los pueblos del valle de Göreme
19,30h: Tras dejar todo en el albergue, vamos a localizar un lugar de alquiler de coches así como a visitar el pequeño pueblo, cuyo nombre es el mismo que el del valle en el que nos encontramos. Durante el paseo, aprovechamos para seguir las indicaciones de unos españoles del albergue, que previamente nos recomiendan que el coche que alquilemos sea de gas. Y para nuestra fortuna, damos con un local donde únicamente queda un coche disponible (un jeep muy, muy antiguo) que, además de ser de gas, nos lo dejan a un precio bastante razonable (65 liras/29 euros además del combustible, cuando nos habían hablado de 75-80) desde las 08h del día siguiente.Con la sensación de estarnos saliendo todo a pedir de boca, optamos por intentar perdernos entre las calles del pueblo, pero al ver que esto es más que imposible, buscamos un lugar donde cenar.
Tampoco hay mucho donde elegir, así que acabamos comiendo algo parecido a lo que nosotros llamamos "kebab" (creo que lo que estamos acostumbrados a comer nosotros es lo que se asemeja a aquello, un auténtico "kebab" turco, y no al revés), acompañado de un helado y una buena birra.
21h: Anocheciendo, volvemos al albergue a darnos un baño, y como no queremos acostarnos tarde pues hay cansancio acumulado y éste se deja notar, pasadas las 23h decidimos retirarnos a descansar (dormimos en la azotea echados en colchones sobre el suelo).
Mañana toca madrugar...
Baño al anochecer