Junto a la universidad de Glasgow
Dadas las 14,30h el tren se detenía en Edimburgo. Mi segunda visita en una semana, por lo que debía enseñarle a Jorge la ciudad en poco menos que una tarde. Y sí, a buen ritmo, no nos faltó tiempo. Pudo ver el castillo y su pequeña ciudad interior, el antiguo centro comercial textil, visitamos la catedral, callejeamos por la ciudad vieja, nos acercamos a “Carlton Hill”, etc.
Panorámica de Edimburgo
18,20h: Momento de despedirnos de Edimburgo. Aún debíamos hacer una fugaz visita a Aberdeen antes de llegar a media noche a Inverness.
Aunque el tiempo apretó, pudimos hacernos una idea de cómo era la tercera ciudad en cuanto a tamaño de Escocia (210.000 hab.), conocida principalmente por tener uno de los puertos petroleros más importantes de Europa así como por la vistosidad de sus edificios de granito plateado y sus jardines.
Vistas desde el tren
21h: Sin tiempo que perder y a toda prisa, llegábamos al tren. Dos horas de trayecto y poníamos pie en Inverness, ciudad que curiosamente no tiene límites establecidos como tal.