Esta vez la visita iba a ser muy particular. Sin pensárnoslo dos veces, alquilamos unas bicicletas y zigzagueamos todas cuantas calles se nos cruzazaron en nuestro camino.
El primer punto de interés en el que nos detuvimos fue el Palazzo della Pilotta (Palacio de la Pelota), sede de la Galería Nacional de Parma, contruido en el siglo XVI.
Frente al palacio de la Pelota (Parma)
Luego pasamos frente a la Pinacoteca y nos acercamos a la empedrada plaza del duomo, o lo que es lo mismo, la preciosa catedral románica, contruida junto al baptisterio.Otros de los rincones que hicieron que nos detuviésemos fueron los teatros Regio y el palacio del Gobernador, en la plaza Garibaldi.
En la plaza del duomo
Ya a media tarde nos acercamos a la oficina de turismo y dimos una vuelta por la piazza dei Cavalli (plaza de los caballos), donde se alza un enorme museo de aspecto medieval, así como el ayuntamiento y un monumento en honor a los caídos durante la 1ª y la 2ª Guerra Mundial.
Inmenso Palazzo Farnese
18,15h: Momento de llegada a la estación de tren. Nos tocó esperar un rato a que éste llegara, así que Carlos y yo matamos el tiempo sacando fotos provando así cosas nuevas con nuestras cámaras.Sombras
20h: Ya habiendo anochecido, llegamos a Cremona. Fuera de la Emilia-Romana y ya en Lombardía, esta ciudad era otro de los pocos lugares que tenía pendiente visitar. Su famosa plaza de la catedral nos iba a dar motivos para no arrepentirnos, y vaya que si lo hizo. Nos fuimos introduciendo en esta pequeña localidad con la única intención de llegar hasta il duomo, dejando así el resto de visitas para el día siguiente, y al poco de ponernos a caminar, ya habíamos llegado. Nos quedamos atónitos con la impresionante obra de arte que es la plaza en sí, con su baptisterio y su extraña pero peculiar catedral, de estilo lombardo, cubierta de mármol y que combina románico, gótico y renacentista. Sin duda todo un batiburrillo de estilos que le da un aspecto muy, muy original.Y como el día iba acabando, interrumpimos nuestra visita para buscar donde poder comer algo, al tiempo que los culés Carlos y Suko disfrutaban con el pase del Barça a la semifinal a costa del Arsenal y de los 4 golitos que lograba Messi en una buena noche de fútbol.
00,30h: El sueño hacía tiempo que había hecho su aparición, así que a falta de camas, un cajero automático fue nuestro cobijo elegido para pasar la noche.
Atardecer, de camino a Cremona