09h: Llegamos a Estocolmo. Tras 3 horas de bus desde Karlstad (donde hemos permanecido otras 3 horas haciendo tiempo, echados sobre los sofás de la terraza de un bar) ya estamos en la estación central de la capital sueca.
Estocolmo nos recibe nublado. Sus 1,2 millones de habitantes aún no se hacen sentir, pero seguro que a medida que avanza el día la ciudad va cogiendo vida.No disponemos de mucho tiempo para visitarla, pues a las 15'50h hemos de coger un avión a Riga (Letonia), pero aprovechamos todo cuanto podemos.
Nos encontramos en el centro de la parte moderna de la ciudad, por lo que vamos en busca de la oficina de información. Pronto damos con ella, y tras recibir una recomendaciones sobre qué ver, trazamos un recorrido en el mapa. La primera parada es el mercado viejo, un espacio donde uno puede comprar absolutamente de todo.
Tras Estocolmo (2010) y Hamburgo (2011), en 2012 es el turno de VITORIA
Mercado de frutas y verduras, frente a unos cines
Teatro de arte dramático Kungliga Dramatiska
Biblioteca nacional de Estocolmo
Contiuamos pateando la parte moderna de Estocolmo y poco a poco vamos acercándonos al centro histórico (Gamla Stan). De camino damos con el ayuntamiento, uno de los principales atractivos de Estocolmo. Construido en su totalidad de ladrillo rojo (se utilizaron para ello 8 millones de piezas de ladrillo), está situado sobre la isla de Kungsholmen. Su edificación data de entre 1911 y 1923.Ayuntamiento de Estocolmo
Interior del ayuntamiento I
Interior del ayuntamiento II
Una vez visto, pasamos a la parte más antigua de la ciudad, formada por tres de las catorce islas que componen Estocolmo.Para ello hemos de cruzar por uno de sus 57 puentes (por algo la ciudad es conocida como "la Venecia del norte"). Así, llegamos a la mayor de éstas tres islas, denominada Stadsholmen. Ésta tiene una superficie de 33 hectáreas y representa la mayor parte del centro histórico. El Palacio Real es su edificación más característica, pues es la residencia oficial y el mayor de los palacios de la monarquía sueca. Pero sin duda lo más atractivo es el perderse por sus estrechas callejuelas, con casitas de colores y pequeñas tiendas de souvenires. Los patios interiores también tienen su encanto, y ni que decir el cambio de guardia, que al igual que me ocurriera en Praga, Budapest, Mónaco o Copenhage, lo pillamos en directo.
Panorámica de Stadsholmen
Iñigo observando una estatua en un bonito patio interior
La transcurrida calle de Västerlângattan, calle principal de Stadsholmen
Una de las bocacalles de Västerlângattan
Bonito buzón a juego con la calle
Desfile a caballo I
Desfile a caballo II
La segunda de las islas es Riddarholmen, donde se encuentran la mayor parte de los hoteles y edificios de lujo desde el siglo XVII así como la iglesia Riddarholmskyrkan, que fue el lugar oficial de entierro de los reyes suecos desde el siglo XVI.Panorámica de Riddarholmen visto desde el ayuntamiento
Plaza central de la isla de Riddarholmen
La última de las tres islas es Helgeandholmen, que tiene el honor de ser la más pequeña y únicamente alberga el Riksdag o parlamento.Vista del parlamento
Atravesando el parlamento para llegar hasta Helgeandholmen
Apurados y sin tiempo que dedicar a la zona de los museos, vamos poco a poco volviendo hacia la estación central, contentos por la visita pues inicialmente no contábamos con ver la ciudad. Y lo hacemos intentando no volver a pasar por las mismas calles por las que nos habíamos acercado al centro histórico, jugada que nos sale muy bien porque nos cruzamos con la ópera, teatros, iglesias y varias plazas.Ópera de Estocolmo
Iglesia de San Jacobo, de llamativo color rojo
15'50h: Estamos despegando desde el aeropuerto de Skavsta. Y tras hora y media de trayecto llegamos a Riga, la capital letona, en un aterrizaje que nos ha permitido ver la dimensión de Jurmala desde el aire (33 kilómetros de playas de arena blanca).Playa de Jurmala, ubicada entre el golfo de Riga y el río Lielupe
Desembocadura del río Lielupe (Jurmala) I
Una vez allí compramos un par de tarjetas para todo tipo de transporte durante las próximas 24h al precio de 90 lets (1'20 euros). Cogemos un bus dirección al centro de la ciudad y nada más llegar nos hacemos con un mapa. Antes de comenzar la visita por el centro histórico vamos a fotografiar el puente ferroviario sobre el que hemos pasado, pues la panorámica de éste con el río Daugava y la torre de radio y televisión es espectacular.
Panorámica I
Torre de la radio y televisión
Ahora si, iniciamos el tour por el centro, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco debido a sus edificios de Art Nouveau y su arquitectura del siglo XIX. Vemos la ópera, la catedral luterana, esquivamos el tranvía, pasamos frente a varias iglesias... Y damos con una estatua que llama nuestra atención: "Los trotamúsicos", algo que ya vimos hace un par de años en Bremen (Alemania).
¿Qué narices harán en Riga?
¿Qué narices harán en Riga?
Tranvía de Riga (difícil encontrar dos iguales)
Intentando orientarnos
Palacio de la cultura de Riga
Fachada principal de la catedral luterana
Catedral luterana de Riga
Nos encontramos en la plaza donde se encuentra la susodicha estatua. El entorno es acogedor. Rodeados de casitas de cuento por un lado y la catedral por otro, una violinista pone la música. Y es allí donde esperamos a Ludmila, una chica con la que he contactado vía Couchsurfing y que se ha ofrecido a alojarnos en su casa.
Bonitas fachadas en la plaza de la catedral
20h: Al poco de llegar a la plaza, aparece. No viene sola, sino acompañada por otros 7 amig@s. Entre ellos su compañero de piso, un chico muy majete que no duda en entablar conversación con nosotros. Ludmila, también muy habladora, nos desborda a preguntas, y entre tanto nos cuenta muchas cosas acerca de Riga y su esperiencia en Couchsurfing.
21'30h: Después de tomar algo con ellos, vamos en busca del coche de su compañero de piso. Ya por el camino nos vamos topando con varios monumentos y bonitas edificaciones que no dudan en explicarnos.
Claro ejemplo de Art Nouveau
Casa de las cabezas negras
Estatua en homenaje a los "Tiradores Rojos Letones" *
* Los Tiradores de Letonia fueron un grupo de soldados voluntarios que lucharon en la Primera Guerra Mundial defendiendo los territorios bálticos aliados al ejército ruso. Tras la Revolución de Octubre, un gran número de ellos se unió a las fuerzas bolcheviques constituyendo los “Tiradores Rojos Letones”. Participaron durante la guerra civil en la Unión Soviética e intentaron establecer el poder Soviético en Letonia en 1919, siendo derrotados por fuerzas polacas y letonas nacionalistas.
Antes de subirnos en coche de Ludmila y su compañero aprovecho para sacar unas cuantas instantáneas más del puente del ferrocarril que tanto me ha gustado, pues el sol está al caer.
Ya en el coche y tras 40' de viaje (viven en un pequeño suburbio a las afueras de Riga) llegamos a su piso.
Fuente del ferrocarril I
El tren entrando en Riga
Ocaso
Ocaso II
Ocaso III
23'45h: Después de cenar algo con ellos (nos ponen un plato con arroz, puré y trocitos de carne), optamos por echarnos a descansar, pues el cansancio hace mella. Mañana toca alquilar coche e ir a visitar castillos...
Iñigo y yo con Ludmila y su compañero