Al igual que las dos anteriores, dió para mucho. Por un lado había que acabar de ver aquello que desde un principio quería visitar; por otro era momento de despedidas. Los españoles, mis compañeros de piso, la gente de clase, mi primo... Todos ellos me habían hecho pasar buenos momentos y, sumado al buen provecho que le dí a mis últimos días en Manchester City, fueron más que buenos los recuerdos que pude llevarme.
La semana comenzaba con la visita de Patricia. Quien hacía unos días había sido mi compañera de viaje por Gales, se acercó a Manchester con la excusa de ver la ciudad. Por la tarde ambos nos acercamos a Chester, pequeña ciudad de cuento, repleta de calles de colores blancas y negras, con sus soportales y arcadas. Sus parques y el ayuntamiento también son dignos de destacar, además de alguna que otra ruina que aún perdura en el tiempo.
Fachadas típicas de Chester
Otra de las visitas que realicé fue a Buxton, maravillosa ciudad balneario situada en el corazón del parque nacional de Peak District. Lo hice en compañía de mi hermano Jorge (se vino los últimos días de mi estancia en Manchester para posteriormente acompañarme durante unos días por Escocia) y Keko, un primo afincado en la pequeña ciudad de Stockport que supo guiarnos como nadie por todo Peak District.Peak District, en los alrededores de Manchester
Los últimos días los dediqué a pasar el tiempo con la gente que había conocido. Compañeros de piso, de la academia, de grupo con el que me movía, etc. De todos pude despedirme y a todos ellos agradecí los momentos vividos.
Con Shyam y su perro Spyke en el piso
By: zulaicamedium