miércoles, 21 de julio de 2010

PITUKADA 2010 (4 días "NON-STOP") 7-8 Abril

Muy, muy temprano, como quien se levanta para ir a trabajar, nos dispusimos a reanudar nuestra visita a Cremona. Apenas habíamos recargado pilas una horas pero qué más se puede pedir durmiendo uno en un cajero.
07h: Lo primero que hicimos fue ir de nuevo a la plaza central de la ciudad. Al igual que la noche anterior, ésta seguía pareciéndonos increíble, con la salvedad de que la tranquilidad con la que nos había recibido el día anterior se veía ahora rota por un mercado artesanal repleto de comida, ropa, complementos y otros objetos. Y tantos eran los puestos, que tuvimos que buscar y rebuscar hasta dar con la famosa estatua de Stradivari.
Porque si por algo es conocida esta ciudad no lo es tanto por su catedral o por su baptisterio, sino por la familia Stradivari, quien durante muchísimos años no cesó de fabricar violines de los que hoy en día apenas quedan 700 en el mundo.

Torre, catedral y baptisterio de Cremona

Vista de la plaza

Instalándose desde primera hora de la mañana

"Niños buenos"

Lateral de la fachada exterior de la catedral de Cremona, de ladrillo rojizo

Estatua de Stradivari

Hecha la foto pertinente, continuamos callejeando, deteniéndonos en todos y cada uno de los rincones que nos iban llamando la atención, casos de varios bonitos patios interiores o la mismísima casa en la que vivió Antonio Stradivari, el más destacado lutier italiano (o lo que es lo mismo, la persona con mayor prestigio del país dedicada a la construcción, ajuste o reparación de instrumentos de cuerda frotada y pulsada).

Uno de los tantos y atractivos patios interiores de la ciudad

Iglesia de San Lucas del s.XV

Pasadas las 10,30h, abandonamos la ciudad camino de Brescia, otra acogedora ciudad pero de la que tenía un recuerdo algo confuso. Y digo esto porque en mi anterior estancia vi excesiva suciedad por las calles, aunque esta vez esa imagen iba a cambiar por completo.

Poco antes de las 12h del mediodía, llegamos. Lo primero que hicimos fue alquilar unas bicis. Apetecía repetir la experiencia de Parma, así que nos pusimos a ello. Nos acercamos a la plaza de La Loggia (lonja), nos introdujimos en su enredado casco antiguo, visitamos la catedral vieja o Rotonda (s.XI) y nueva y ascendimos hasta la ciudadela, desde donde contemplamos la ciudad con unas vistas espectaculares.

En la plaza de La Loggia (Brescia)

Torre del Reloj y acceso al casco antiguoCatedral vieja y nueva

Ciudadela
Junto a una reliquia en el interior de la ciudadela de Brescia
Disfrutando de las vistas
De PTKD

14h: A toda prisa, llegamos al tren, y escasos segundos después de subirnos a bordo, éste partía hacia Bérgamo. Durante el trayecto, aprovechamos para comer unos buenos paninis (bocadillos) los cuales nos los devoramos sin mediar palabra alguna.
Y aún sin darnos las 15h, ya estábamos en Bérgamo, la última ciudad por visitar dentro de nuestro nunca mejor dicho, intenso itinerario.
Aprovechamos la tarde al máximo. Primero dimos una pequeña vuelta por la parte baja-media de la ciudad, desbordada por un mercado repleto de puestos de comida y objetos artesanales.

Puesto de comida casera (Bérgamo)
Acto seguido dimos paso a la visita de la ciudad vieja, conocida también como la ciudad alta debido a su ubicación en lo más alto de una colina. Vimos la catedral, la Roca Mayor, el jardín botánico, el antiguo teleférico... E incluso tuvimos la suerte de toparnos con la inauguración de un pequeño local donde un artista se dedicaba a retratar a figuras que actualmente eran o habían sido mediáticas dentro del calcio italiano. Los Maradona, Totti, Inzaghi, Mourinho, Doni, Zola o Ronaldinho ya habían caído en sus manos.

Acceso a la ciudad alta, parte vieja de la cudadPanorámica de la ciudad baja vista desde la parte vieja
Plaza vieja de Bérgamo
Catedral
Detalle de la mezcla de estilos de la catedral de Bérgamo
Posando en el jardín botánico
Teleférico
Junto a Maradona, Doni, Ronaldinho y Zola
Atardecer (I)Atardecer (II)

A última hora de la tarde, dedicamos el tiempo a callejear por la parte más moderna de la ciudad, hasta que el hambre se hizo notar y optamos por buscar dónde cenar, no sin olvidar que en breves daría comienzo otro partido de cuartos de la Champions entre Manchester y Bayern de Munich. Y como quiera que me acordaba de un "peasso" restaurante donde uno puede llevarse algo a la boca al tiempo que juega al Pro Evolution (de la Play) o ve un partido de fútbol... Allí fuimos.

Y después de una buena sesión de fútbol, de degustar una auténtica pizza italiana y de tomarnos un par de cervezas, retornamos al albergue, donde una vez más nos las habíamos ingeniado para dormir los tres al precio de dos.

Vistas de la parte más antigua de la ciudad baja
Pizza y birra; típico menú italiano

Ya a la mañana siguiente, tranquilamente, nos levantamos para ir al aeropuerto, pues a las 11h de la mañana nuestro avión partía de regreso a España.

Ya de vuelta, seguíamos con ganas de más
Panorámica de la región lombarda de Bérgamo