domingo, 10 de octubre de 2010

Entre los Pirineos catalanes, la frontera francesa y el Mediterráneo catalán

Pese a que el verano ya había dejado de estar al caer hacía varias semanas, en mí caso los exámenes no habían llegado a su fin hasta pocos días antes del martes 29 de Junio. Tal día y una vez más escapé al apartamento de Playa d`Aro (Gerona) donde suelo disfrutar cada año de una apacible semana en familia. Aunque sea por lo que sea, siempre faltan sujetos de los cinco que creo recordar que somos dentro de ella.
Y al igual que algún que otro año, conmigo se venía alguien que quería pasar unos días de relax fuera del día a día. De esta forma, mí amigo David y yo, junto a mis padres, emprendimos un viaje que duró poco más de semana y media para unos y cinco días para otro (David), aunque eso sí, dieron para mucho. Yo tenía que estudiar una asignatura que se me había estado trastabilleando durante el curso, así que los días que David ya no estaba por allí pude aprovecharlos para ello.
Recién llegados a Vitoria desde Valladolid, partimos hacia Monserrat, monasterio ubicado en la montaña homóloga que se localiza en la comarca del Bages, en la provincia de Barcelona. Sin duda una auténtica joya que tuvimos ocasión de visitar.

Con David frente al monasterio de Monserrat
Fachada de la iglesia y patio interior del monasterio
Mis padres junto a "La Moreneta" (La Morenita), la virgen negra de Monserrat
Velas
Uno de los medios a los que se recurre para evitar el serpenteo continuo de la carretera
El segundo día lo dedicamos a recorrer la zona de Puigcerdá, capital de la comarca catalana de la Baja Cerdeña, en la provincia de Gerona, junto a la frontera francesa. Sus desfiladeros con las increíbles vistas y el lago del municipio del mismo nombre, son su mayor atractivo turístico fuera de la temporada de invierno, donde son muchos los que se acercan a practicar deportes de nieve.

Frente al hotel "El Prado" de Puigcerdá
Centro de Puigcerdá
Uno de los dificios más viejos y mejor conservados de Puigcerdá
"Reflejos" (lago de Puigcerdá)

Claro que no podíamos olvidarnos localidades medievales como Villefranch de Conflet, Llivia o Collieure, ésta última ya en territorio francés.
El primero de éstos municipios se trata de un bonito pueblo en un enclave lleno de naturaleza, en medio de la montaña, rodeado por una muralla y lleno de estrechas calles con puestitos donde se mezclan souvenires y algún que otro producto casero.

Puente moderno en el Valle de Puigcerdá...
Y no tan moderno
Extramuro de Villefranch de Conflet...
E intramuro
En uno de los puestitos de souvenires

El segundo de éstos, Llivia, es un pequeño pueblito poco más de 1500 habitantes conocido principalmente por la farmacia de "Esteve de Llivia", de origen medieval y fundada a principios del siglo XV. Hoy en día es un museo y, por desgracia, en aquél momento se encontraba cerrada.

Farmacia-museo de Llivia

Por último, poco que decir que Colliure, porque sobran las palabras. Se trata de un municipio costero de poco menos de 3000 habitantes, hermanado con Soria y donde falleció Antonio Machado, que huyó allí en su exilio y en donde permanece actualmente enterrado.

Panorámica de la playa de Colliure...
Con el castillo en lo más alto de la montaña
Vistas de la parte amurallada así como del faro y la parte histórica
Las enormes murallas recuerdan a uno a las de Dubrovnik, en Croacia
Faro y calita
Todo sea por cubrirse las espaldas...
En Colliure aún pueden verse pequeñas embarcaciones pesqueras...
Y a otros que no las necesitan para faenar

Aquí se dejan caer muchos artistas... ¿Por qué será?

Las últimas líneas se las lleva Playa d`Aro, pues un verano más nos recibió de buen grado y pudimos disfrutar de unos cuantos días de playa.

Disfrutando del Mediterráneo
Una de las tantas calas que ofrece el paseo entre Playa d`Aro y Palamós
David, islote y yo