miércoles, 27 de abril de 2011

Diario de un interrailista: 2º interrail por Europa del Este (1-16 de Agosto). Día XI: 11/08/2010

09,30h: Aprovechando para descansar pues lo necesitábamos, nos levantamos, nos damos una ducha y nos ponemos en marcha. Tras desechar la opción de ver con prisas Belgrado para poder ver así también Novi Sad, optamos por tomarnos todo con más calma. Comenzamos la visita diurna de la ciudad. Vamos en dirección a la calle Knez Mihailova, la más importante de la ciudad que hoy en día cuenta con todo tipo de negocios.

Facultad de filosofía junto a la calle Knez Mihailova
Ya desde allí vamos hacia la ciudadela Kalemegdan, perfectamente conservada y bien protegida en donde cantidad de cañones y tanques alrededor las murallas se exponen a modo de museo.
Resulta agradable también pasear junto a los jardines de su interior, así como disfrutar de las vistas de la confluencia del río Sava con el Danubio.

Puerta principal de acceso a la ciudadela
Algún que otro tanque de la II Guerra Mundial expuesto junto a las murallas
Con Carlos en el interior de la ciudadela
Puerta trasera de la ciudadela
La ciudad de expande junto a los ríos Sava y Danubio
Vista la fortaleza nos acercamos al zoo, el cual nos conformamos con ver desde el exterior pues no resulta difícil avistar algún que otro animal.
Desde allí nos dirigimos a la zona turca (donde apenas quedan algunos resquicios de sus orígenes pese a que fueron 5 los siglos de dominio turco) y continuamos por Skadarlija, la parte más antigua y bohemia de Belgrado donde se puede encontrar un poco de ocio más tradicional y diferente al que ofrece el resto de la ciudad. Allí muchos locales se ambientan con la Starogradska Muzika, o lo que es lo mismo, música antigua urbana.

Llamas sudamericanas en el zoológico de Belgrado
Avenida principal del barrio turco
Por Skadarlija, con sus peculiares fachadas
De relax en un acogedor rincón de Belgrado
Vistas de una parte de Belgrado desde el otro lado del río Sava
Acto seguido vamos hacia la playa (artificial, ubicada en una isla donde se unen ambos ríos), comemos, descansamos un rato y siguiendo el margen del río Sava vamos hacia Zemun (un municipio absorbido por Belgrado que se encuentra en la ladera de una colina a unos 8-10km del centro de la capital, con su iglesia y campanario asomando desde lo más alto, y desde donde se disfruta de una buena panorámica de Belgrado).

Llamativo restaurante en la confluencia del río Sava con el Danubio
Fauna y flora combinan a la perfección en la confluencia de ambos ríos
Vistas de Zemun... Y Belgrado al fondo
Entre las calles de Zemun
17h: Antes de quedar con mi amiga Ítana en la céntrica plaza de la República, nos acercamos a visitar el Parlamento, el Museo y Teatro Nacional, la iglesia de San Marcos, la catedral ortodoxa del s.XX y la estatua de Petrovic Karadjordje (comandante del ejército serbio en la primera revuelta contra los turcos).

Museo Nacional visto desde el Teatro Nacional (Plaza de la República)
Iglesia de San Marcos
Catedral ortodoxa de San Sava y estatua de Petrovic Karadjordje

18,30h: Tras tres veranos, Ítana y yo volvemos a vernos (su amiga Natasha se encuentra en Italia mejorando el idioma), y como ya le había asegurado, iba a ser en Serbia.
Nos recibe con una bolsa de productos típicos, así que nosotros le respondemos invitándola a un helado en una terraza de una de las calles que salen de Knez Mihailova. Durante más de dos horas nos ponemos al día, le narramos nuestras aventuras (alucina con el suceso ocurrido en el tren durante el trayecto entre Bulgaria y Serbia) y nos contamos los planes de futuro.

Con Ítana en la calle Knez Mihailova

Siendo ya casi las 21h, nos despedimos. Entra a trabajar y nosotros hemos de ir camino de la estación pues no podemos dejar escapar nuestro tren a Pogdorica (22,10h), capital de Montenegro.