lunes, 16 de mayo de 2011

Diario de un interrailista: 2º interrail por Europa del Este (1-16 de Agosto). Día XIV: 14/08/2010

07,30h: Habiendo descansado alguna que otra orilla escondidos en el patio interior de un pequeño bloque de viviendas, salimos del coche para ver Mostar con luz. Hoy tenemos día "completo" ya que después de ver la ciudad y acercarnos a Blagaj toca salir de Bosnia y entrar en Croacia para ver el Parque Nacional de Krka, la localidad de Trogir, Dubrovnik y llegar de madrugada a Buvda (Montenegro), pues hemos de devolver el coche en el lugar de partida.
Vamos hacia el famoso puente de Mostar (como ya dije en el post anterior, reconstruido por la ONU tras la guerra) y continuamos por la ciudad vieja recorriendo la calle principal. Los primeros puestos de souvenires empiezan a abrir. Se ven cascos de soldados de la guerra, bolis hechos con balas extraídas de la pared, insignias... Todo o casi todo en alusión a la guerra.

Sobre el puente de Mostar
Vistas del río Neretva y la ciudad vieja desde el puente
Una sonrisa = unas monedas
"Souvenires"
"No olvidar"
Seguimos paseando por ambas márgenes del río Neretva. Visitamos varias mezquitas, cruzamos otro puente y damos con una pequeña exposición de fotos de la post-guerra. Se puede ver el puente destrozado, las casas en ruinas, la gente huyendo sin saber hacia dónde... Se nos ponen los pelos de punta.

Imagen de una de las calles más importantes de la ciudad vieja
Puente de Mostar y río Neretva
Carlos y yo frente al puente de Mostar
10,45h: Después de desayunar un café y de llevarnos algo a la boca, salimos hacia Blagaj (a pocos kilómetros de Mostar), un increíble y tranquilo lugar donde nace el río Buna, de aguas cristalinas. Éste fue elegido por los monjes Derviches en el siglo XVI para construir allí Tekke, el actual monasterio islámico situado sobre las mismas aguas del río Buna (allí practicaban el ascetismo, es decir, la purificación del espíritu por medio de la negación de los placeres materiales).
Allí conocemos al encargado de dar paseos en barca por la cueva donde nace el río, en el interior de la montaña. Nos habla de los grandes lagos que hay formados dentro de ésta (de hasta 78 metros de profundidad), las "playas" vírgenes que se han ido formando y que actualmente son un paraíso para muchos fotógrafos, y nos explica los peligros de adentrarse en ella sin una barca, pues muchos buceadores expertos y no tan expertos han perdido la vida por intentarlo debido a la brutalidad con que han salido expulsados hacia arriba a causa de la presión y de las corrientes que se forman bajo tierra.

Blagaj; nacimiento del río Buna
11,45h: Dejamos Blagaj camino del Parque Nacional de Krka, ya en Croacia, a donde llegamos tras casi tres horas. Una vez en Skradin (el lugar de partida) localizamos el barco "gratuito" que nos acerca hasta las cascadas en poco más de 30 minutos.

Embarcación que une la localidad de Skradin y el Parque Nacional de Krka
Calma
Habiéndonos bajado, casi nos llevamos lo que podía haber sido el golpe del día. 95 kunas la entrada (unos 13 euros). Y digo "podía" porque solventamos la situación colándonos. Aprovechando la cantidad de gente que hay, pasamos inadvertidos mezclados con un grupo de turistas y, afortunadamente, la cosa funciona.
Llegamos a las primeras cascadas. El paisaje es espectacular. Nos encontramos rodeados de naturaleza pura y cuando los turistas no rompen la calma que existe, sólo el ruido del agua al caer se deja sentir.
Aquí ralmente no importa si la mano humana ha tenido algo que ver en tal espectáculo, sino lo bien conservado que está todo.

Sólo bajo este espectacular conjunto de cascadas se permite el baño
Frente al conjunto de cascadas más importante de Krka
Cruzamos el río por una pasarela y seguimos un circuito ascendente junto a éste. El agua y las cascadas son sin duda las protagonistas de éste lugar, muy recomendado para todo amante de la naturaleza. Continuamos las indicaciones deteniéndonos una y otra vez para hacer fotografías y así recorremos gran parte de los senderos recomendados.

Panorámica del rió en el Parque Nacional de Krka
18h: Ante la imposibilidad de volver en barco (te exigen el billete del parque para regresar hasta Skradin, de ahí lo de "gratuito"), optamos por volver paseando. El camino en sí no sobrepasa los 40-50 minutos de duración, pero en nuestro caso duplicamos el tiempo debido a que aprovechamos para darnos un chapuzón a mitad de recorrido. Allí pasamos un buen rato e incluso nos lanzamos desde un puente agarrados a un hierro sujeto por una cuerda.

Barco que lleva y trae a los visitantes del Parque Nacional
Frente al río Krka, en el Parque Nacional al que da nombre
Balanceándome sobre el río Krka

Carlos en acción
19,45h: Dejamos Skradin camino de Trogir. Durante el trayecto la policía nos detiene, nos pide la documentación, se extrañan de la situación (dos españoles en Croacia, yendo a Trogir casi de noche, "sin tiempo que perder" y con un coche de Montenegro; algo no muy normal por allí, supongo) y tras una conversación sobre jugadores croatas de fútbol y de baloncesto en España, nos dejan marchar. Tal como lo cuento, pues por lo visto sólo buscaban conversación.

Panorámica de Trogir
Llegamos en torno a las 20,30h, justo al atardecer. Aparcamos lo antes que podemos y sin perder tiempo, vamos en busca de las mejores fotos antes de que la oscuridad cobre más protagonismo.
Habiendo hecho menos fotos de las que nos hubiera gustado pues el sol nos da pocos minutos de tregua, nos adentramos en la parte antigua, muy al estilo de Dubrovnik (estilo veneciano). Visitamos el centro, rodeamos las murallas y cuando el hambre hace su aparición, buscamos algo que llevarnos a la boca.

Paseo marítimo de Trogir, en el extramuro
Atardecer en Trogir
Momento en que el sol ya practicamente se ha escondido por el horizonte
Antes de dejar Trogir, nos damos un baño ante la incrédula mirada de un grupo de curiosos que, paseando, se detienen junto al coche al ver la matrícula. Pasado el susto, continuamos hacia Dubrovnik (22,30h), a donde llegamos en torno a las 01h de la madrugada. La idea es cenar algo, dar una vuelta por las solitarias calles (mañana vamos a verlo con más tiempo, pero repleto de turistas, pues tendremos unas horas antes de hacer el trayecto Dubrovik-Split) y salir hacia Buvda (Montenegro), pues no podemos llegar más tarde de las 07-08h.
Tras comer unas pizzas sentados en el brillantísimo suelo de la calle principal, damos una pequeña vuelta por los lugares de más interés, llegamos al puerto, entramos en un animado bar a tomar una cerveza y, siendo las 04,15h, partimos hacia Buvda, a donde llegamos en torno a las 06,30h de la mañana.

Una inusual estampa de la ciudad "solitaria" de Dubrovnik
Disfrutando de unos trozos de pizza en el corazón de Dubrovnik
Enorme muralla junto al puerto antiguo de Dubrovnik