jueves, 19 de enero de 2012

Diario de un interrailista: 2º interrail del verano 2010: Viajando x Escandinavia y países bálticos (17/8-4/9). Día XVIII: Sandefjord y Oslo (Noruega)

Día de despedidas. La primera, de Arita, la chica que nos ha alojado esta noche en su casa de Riga (Letonia). La segunda de Iñigo, mi compañero de viaje, quien vuelve ya de regreso a España poniendo así fin a esta nueva aventura. Yo, por mi parte, retraso unos días mi vuelta a casa, para ver detalladamente Oslo, en Noruega.
Habiéndonos despedido (10h), Iñigo pone rumbo hacia Madrid (previa escala en Bruselas). Yo por mi parte espero un ratillo en el aeropuerto de Riga, y para las 12h del mediodía (horario local) ya estoy en el aeropuerto de Torp, a 110 kilómetros de la capital. Una vez allí y sin salir de él observo cómo numerosos carteles promocionan la localidad de Sandefjord, a apenas 15 kilómetros del aeropuerto en dirección opuesta a Oslo. Y aprovechando que tengo un par de días para disfrutar de la capital, me desvió para visitarla.
Se trata de una localidad de poco más de 42.000 habitantes conocida principalmente por su tradición ballenera y de astilleros a lo largo de su historia. Hoy en día el turismo es una fuente importante de ingresos para Sandefjord, a donde muchos acuden para disfrutar de sus balnearios curativos. El nombre de la ciudad procede del fiordo de Sandefjordsfjord, que se encuentra a los pies de la ciudad.

Panorámica del puerto de Sandefjord en el fiordo de Sandefjordsfjord
Buque militar en el puerto de Sandefjord

Medusa. En el puerto se pueden apreciar con facilidad
La ciudad alberga, entre otras cosas, un museo único en Europa, dedicado íntegramente a las ballenas y a su captura. Otra de sus peculiardades son los monumentos en referencia a esta temática, que pueden verse por todo Sandefjord.
El puerto así como su centro urbano son otros de los atractivos turísticos. Éste último, repleto de tiendas, está compuesto por una mezcla de edificios modernos y antiguos.

Monumento en recuerdo a la captura de ballenas

Detalle de un cazador de ballenas con el arpón

Dos costillas de ballenas expuestas a modo de arco
Arpones mecánicos

Iglesia de Sandefjord
Capilla y cementerio
Casitas de pescadores en Sandefjord
Estación de tren de Sandefjord
A media tarde (17'30h) ya estoy en Oslo. No dispongo de reserva en hostal alguno para pasar la noche (tengo entendido que por menos de 25-30 euros no voy a encontrar nada), por lo que opto por enviar un mensaje de "SOS" a través de CouchSurfing con la esperanza de que alguien se ofrezca a alojarme.
Recorriendo la arteria principal (Karl Johan), comienzo la visita a la ciudad. Me acerco hasta el parlamento. Acto seguido reanudo la marcha hacia la catedral (la cual han cerrado a las 16h!!).

Parlamento de Oslo
Catedral de Nuestro Salvador, joya arquitectónica de Oslo
Torre de la catedral

Continúo hacia la zona del teatro principal, el Palacio Real y la universidad, para posteriormente dar con el ayuntamiento. Se trata de un curioso edificio de ladrillo con dos altas torres que destaca sobre todo por su reloj astronómico, similar al de otras ciudades como el de Praga, por ejemplo. Visito su interior, donde disfruto de una exposición de fotografía, y poco después opto por acercarme al puerto de la ciudad. Desde él se puede observar la fortaleza con el castillo de Akershus, situada en el fiordo de Oslo y que fue erigida como Palacio Real durante la Edad Media. Posteriormente en el s.XVII el castillo fue modificado en estilo renacentista, y es así como se mantiene hoy en día, rodeado de varias edificaciones militares y de una pequeña prisión.

Teatro principal de Oslo
Palacio Real
Facultad de Derecho
Fachada principal del ayuntamiento
Detalle de una fuente y del reloj astronómico del ayuntamiento
Museo de fotografía (ayuntamiento de Oslo)
Vistas de la fortaleza y castillo de Akershus
Antes del anochecer me adentro un una pequeña y moderna barriada, edificada en su totalidad sobre el agua y donde únicamente hay grandes locales comerciales, apartamentos de lujo y enormes pubs.

Barrio moderno sobre el agua
Anocheciendo, un mensaje me notifica que estoy invitado a dormir en una casa no muy lejos de la ciudad. Sigo las indicaciones que se me proporcionan y para las 22'30h ya estoy en Singen, un suburbio ubicado a 20' en metro del centro de Oslo. Una vez allí y tras un poco de callejeo llego a su portal, donde me recibe muy afablemente. Se trata de un señor de entre 30 y 40 años, de color, y aparentemente muy simpático. Me invita a pasar, nos sentamos en su salón y conversamos durante algo más de una hora. Me pregunta acerca de mi viaje y me cuenta su vida, sus inicios en Camerún (de donde es originario) y cómo y por qué ha terminado en Noruega. Poco después prepara una cena para dos mientras me permite utilizar internet para buscar alojamiento para la noche de mañana, la última de mi viaje y la cual pretendo pasar cerca del aeropuerto. Aprovecho para escribir a las pocas personas con perfil en CouchSurfing de Moss, una pequeña localidad a menos de 15 kilómetros del aeropuerto.
Tras una exquisita cena (por fin tomo algo caliente!!), conversamos otro poco y, aprovechando que quiere ver una película, me decido a echarme a dormir pues mi cuerpo me lo pide.

* En el próximo post, más información acerca de Oslo.