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Iniciamos la cuarta etapa de la ruta visitando la ciudad de Mérida. Si bien anoche apenas pudimos ver la ciudad pues nos cerraban el albergue y nos dejaban fuera, es hoy a primera hora cuando, sobre la bici, serpenteamos entre las calles del centro histórico. Visitamos la plaza España, los alrededores del teatro romano y el templo de Diana (ambos del siglo I a.C,), la basílica de Santa Eulalia, el acueducto de los Milagros... Éste último se utilizaba para traer agua del embalse de Proserpina, una presa romana situada a poco más de 5 kilómetros de la ciudad y por el cual hemos de pasar.
En la plaza España de Mérida
Teatro romano de Mérida
Templo de Diana
Acueducto de Mérida
Ya en el embalse de Proserpina aparcamos las bicicletas para bordear a pie parte del lago. En él podemos ver ya los primeros domingueros que llegan para instalarse a orillas de la presa, además de varios pescadores tentando con sus cañas a carpas, lucios y percas.
Puesto de la Cruz Roja en el embalse de Proserpina
Vista de los límites de la presa romana de Proserpina
Continuamos hasta El Carrascalejo (km.14) y Aljucén (km.16) entre flechas amarillas, mojones y nuevos códigos locales que guían al peregrino, pero no nos detenemos. Atravesamos el Parque Natural de Cornalvo y llegamos al límite provincial entre Badajoz y Cáceres (km.25).
Mojón en el límite provinvial entre Badajoz y Cáceres
Una vez nos adentramos en Cáceres nos preparamos para ver los primeros miliarios, pilares cilíndricos de piedra que eran utilizados para indicar puntos kilométricos en las calzadas romanas. En algunos de ellos incluso puede verse grabado el nombre de quien lo erigió.
Más adelante se encuentra Alcuéstar (km.36), localidad desde la cual nos desviamos de la ruta para visitar la ermita de Santa Lucía del Trampal (s.VII), una auténtica joya de la época visigótica.
Olivos alrededor de la ermita Santa Lucía del Trampal
Ermita visigoda Santa Lucía del Trampal
Tras una pequeña siesta (el cansancio acumulado se hace notar y más con la solera que hace), reanudamos la marcha en dirección Casas de San Antonio, a orillas del río Ayuela (km.44). Y es a partir de aquí donde avistamos los primeros miliarios. El más curioso el de la dehesa Santiago Bencáliz (km.47), conocido como "El Correo" por una abertura en la cual se dejaba correspondencia para dicha familia.
Pablo conversando con otro peregrino junto al miliario del "Correo"
Curioseando en la correspondencia del miliario
Apenas un kilómetros más adelante pasamos junto al puente romano sobre el arroyo Santiago y por delante de otro par de miliarios, pero no es hasta los castillos de las Arguijuelas de Arriba y Abajo donde nos detenemos, a escasos 15 kilómetros de Cáceres. Se trata de un par de castillos muy próximos el uno del otro y que poseen la distinción de "Bien de Interés Cultural". Fueron construidos entre los siglos XV y XVI.
Puente romano sobre el arroyo Santiago
Castillo de las Arguijuelas de Abajo
Acceso al castillo de las Arguijuelas de Abajo
Antes del atardecer llegamos a Cáceres. Visitamos su centro histórico, con su judería vieja, la concatedral de Santa María, la iglesia de San Francisco Javier y la plaza Mayor como sus principales atractivos monumentales. Ésta última alberga el ayuntamiento y desde ella pueden verse otros atractivos como la torre de Bujaco, la ermita de la Paz y el arco de la Estrella.
Iglesia de San Mateo
Torre del palacio de Las Cigüeñas
Callejeando por el casco histórico de Cáceres
Fachada principal de la concatedral de Santa María
Iglesia de San Francisco Javier
Plaza Mayor de Cáceres en obras
Pese a ser de noche y estar algo cansados aún nos vemos con fuerzas de completar otros 12 kilómetros hasta Casar de Cáceres.
Tras una hora de pedaleo y casi a oscuras, llegamos a dicha localidad. Una vez localizamos el albergue, comprobamos la disponibilidad, dejamos nuestras pertenencias y, muertos de hambre, nos vamos a uno de los bares del pueblo a cenar algo caliente. Premio más que merecido después de una etapa en la que hemos alcanzado los 99 kilómetros (85 desde Mérida a los que debemos sumar los 7kms de ida y 7 de vuelta del desvío a la ermita de Santa Lucía del Trampal).
Tras una hora de pedaleo y casi a oscuras, llegamos a dicha localidad. Una vez localizamos el albergue, comprobamos la disponibilidad, dejamos nuestras pertenencias y, muertos de hambre, nos vamos a uno de los bares del pueblo a cenar algo caliente. Premio más que merecido después de una etapa en la que hemos alcanzado los 99 kilómetros (85 desde Mérida a los que debemos sumar los 7kms de ida y 7 de vuelta del desvío a la ermita de Santa Lucía del Trampal).
Sin duda la etapa más dura hasta el momento.
Precio del albergue municipal de Casar de Cáceres (CA): Gratuito.
