sábado, 10 de marzo de 2012

Peregrinando en bici a Santiago desde Sevilla. Ruta de la Plata y Camino Sanabrés. Etapa IX Zamora - Tábara (66km)

Temprano, nos ponemos en pie. Desayunamos con mi tocayo y una vez listos le agradecemos el haber sido nuestro anfitrión y guía durante la tarde noche de ayer así como su hospitalidad. De esta forma iniciamos una nueva etapa, la novena, una menos hasta llegar a Santiago. Y lo hacemos en dirección a la catedral, a la cual accedemos para visitar su interior.

Detalles en el interior de la catedral de Zamora
Inmensos tapices expuestos en un rincón de la catedral
Una vez salimos de la catedral vamos hacia lo que se conoce como los Barrios Bajos, lugar donde se encuentran buena parte de las iglesias de estilo románico de la ciudad.

Interior de la iglesia románica de Santo Tomé (s.XI)
Acto seguido pedaleamos hacia "Las Aceñas de Olivares", un conjunto de molinos a orillas del río Duero dedicado a la molienda de cereales y que data del siglo X.

Puente de piedra (s.XII) sobre el río Duero
Vista de los molinos a través de uno de los arcos del puente
Las Aceñas de Olivares
Molinos
Antiquísimo mecanismo en el interior de uno de los molinos
Antes de dejar atrás Zamora, nos desviamos a visitar la pequeña iglesia de Santiago de los Caballeros (s.XI), una auténtica joya románica donde fue armado caballero Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como "El Cid Campeador".

Iglesia de Santiago de los Caballeros
Abandonamos así la "ciudad del románico" (sin ninguna duda) en dirección Granja de Moreruela (km.41), y en un abrir y cerrar de ojos nos presentamos en Montamarta (km.19). Por el camino dejamos atrás la "Tierra del Pan", a través de largas rectas flanqueadas en todo momento por extensos trigales.
Una vez estamos en Montamarta visitamos la ermita Vírgen del Castillo, encaramada en lo más alto de una pequeña loma.

Atravesando la "Tierra del Pan"
Junto a un mojón de la Vía de la Plata (Montamarta)
Ermita Vírgen del Castillo
Sin detenernos mucho reanudamos la marcha hacia el embalse de Ricobayo, el cual a simple vista apreciamos que se encuentra a unos niveles bajos de capacidad.

Vista del embalse de Ricobayo
Una vez hemos rodeado el embalse habiendo seguido un laberinto de flechas que por momentos parecía no conducir a ninguna parte, continuamos hacia Castrotorafe, allí donde en su día hubo una próspera ciudad (s.XI), pero que fue abandonada definitivamente en el siglo XVIII. Hoy en día unas cuantas ruinas nos recuerdan cuán grande castillo hubo allí.

Las flechas nos ayudan a sortear algunos tramos en obras
Señales hacia Catastrofe (pueden verse las ruinas del castillo en el horizonte)
Unos kilómetros más adelante atravesamos las localidades de Fontanillas de Castro y Riego del Camino para poco después avistar a los lejos las primeras casas de la población de Granja de Moreruela, punto donde se bifurca el camino bien hacia Astorga (continuación de la Vía de la Plata), bien hacia Santiago de Compostela (Camino Sanabrés). Nuestra elección es continuar hacia Santiago por el caminos Sanabrés, no sin antes desviarnos por una carreterilla hacia el monasterio cisterciense más antiguo de España (s.XII), en medio de un paisaje inhóspito.
Pese a encontrarse en un estado ruinoso, se está trabajando en su recuperación, y por el momento ya hay un centro de interpretación y visitas guiadas para quienes deciden acercarse hasta allí.

Frente a un panel con el recorrido de la Vía de la Plata
En el interior del monasterio de Moreruela
Interior del ábside del monasterio
Cabecera del monasterio
Sala de los Monjes del monasterio
Habiendo disfrutado de una visita guiada sin más compañías que la de mi hermano (por lo visto no son muchos quienes se dejan caer por allí), retrocedemos unos kilómetros hasta la localidad de Granja de Moreruela. Allí vemos el mojón donde se nos informa de la bifurcación del camino y tomamos el Camino Sanabrés en dirección Tábara, lo que suponen los últimos 25 kilómetros de la etapa de hoy.

Iglesia de Granja de Moreruela
Panel informativo de los dos itinerarios que se pueden seguir
Por el camino y anocheciendo cruzamos el río Esla. Y lo hacemos por encima del puente Quintos, construido con piedra extraida de una localidad próxima en el año 1920.

Tras captar con la cámara el atardecer en el horizonte del río Esla, seguimos el camino atravesando una zona con frondosa vegetación. Unos kilómetros más adelante reaparecen las largas pistas de horizonte infinito. Y después de pedalear un buen rato y dejar atrás la última localidad de la etapa de hoy (Faramontanos de Tábara), llegamos a Tábara con la noche ya caída sobre nosotros.

Atardecer sobre el río Esla
Nos dirigimos al corazón del pueblo para preguntar por el albergue. Allí damos con un jovenzuelo, quien nos da unas cuantas instrucciones para su localización. Pronto lo localizamos. Se trata de una pequeña casita de reciente construcción con 14 camas y una espaciosa cocina. Allí nos recibe un simpático y "veterano" peregrino y tres jóvenes (una coreana, una francesa y un gallego), todos ellos a punto de empezar con la cena compartiendo todos con todos sus provisiones.
Invitados nos unimos al banquete, aportamos lo que tenemos e intercambiamos opiniones acerca de cuánto llevamos recorrido cada uno de nosotros y las experiencias vividas por el camino. Victor, el gallego y único de los allí presentes que también va a pedales, se ofrece sumarse a nosotros, a lo que mi hermano y yo no ponemos inguna objeción.
Tras cenar y conversar acerca de la etapa de mañana nos echamos a dormir.