miércoles, 17 de octubre de 2007

DIARIO DE UN "INTERRAILISTA"Día XIII:15/8/07

05,15h: Salgo de la marquesina de Davos en la que he pasado la noche y me dirijo a la estación de tren. Dudo de sí hacer parte del Glaciar Express o el Bernina Express. Al final me decanto por este último. Tras un buen rato de espera rondando la estación de esta pequeña localidad, me subo a bordo del último vagón del tren (08,50h), que atravesando parajes no menos que espectaculares entre Los Alpes suizos e italianos, me acerca a Tirano (ciudad italiana fronteriza con Suiza), a donde llego pasadas las 12h.

El Bernina Express sobre uno de los viaductos
"Benvenuti a Tirano", dice un cartel. Pues eso, que estoy en Italia.
Durante el trayecto el tren hace fugaces paradas en pueblitos como Filisur, Bergün, Pontresina, Alp Grüm, Poschiavo y Le Prese. Por el camino disfruto de lo lindo. Mí cámara ha tenido mucho trabajo, pero sigo intentando hacer una de esas fotos de las que uno no cabe en sí de gozo. El regreso es el momento oportuno para ello, pues tengo visto buena parte del paisaje y sé que antes de llegar a Poschiavo se haya el famoso "caracol", una espiral de viaducto por donde pasa el tren.
Apenas hora y media en Tirano (la ciudad en sí no esconde nada salvo una iglesia y un pequeño palacete, pero es agradable dar un paseo entre sus callejuelas y alzar la vista para darse cuenta del entorno que a uno le rodea), y cojo el tren "de vuelta" (13,37h), aunque con desvío a mitad de camino a St.Moritz, concretamente después de Alp Grüm.

Bonito palacete de Tirano, en delicado estado de conservación
De esta forma, dejo atrás Ospizio, Diavolezza, Morteratsch y Pontresina. ¿¿Del caracol que había hablado antes?? -Impresionante. De maqueta. Una maravilla más que esconde esta parte de Europa central.

El famoso caracol por el que pasa el Bernina Express
16,45h: Sentado en la hierba frente al lago de St.Moritz, rodeado de montañas y teleféricos, y escuchando el sonido del agua empujada por el viento golpearse contra las rocas... me hayo. Aunque suene idílico, es la realidad. No debo despertar de ningún sueño, sólo he de disfrutar del momento.

Las aguas del lago de St.Moritz caen por una bonita cascada
A todo esto, cortas se quedan las palabras para describir el trayecto en tren desde Ospizio hasta aquí, y basta con decir que mi vagón no estaba cubierto para hacerse una idea de lo que puedo disfrutar.

El Bernina Express junto al lago salado

Desde el vagón descubierto, he aquí el Bernina
Como anécdota, la cantidad de judíos que suben y bajan del tren, con sus largas y oscuras vestimentas y unas barbas en las que más de uno intenta camuflarse. Sí el año pasado los ví en Auschwitz (Polonia), este año toca en Suiza; extraño.
Son las 19h y salgo hacia Chur. Paso por otros tantos viaductos, incluído el más grande de todos ellos que es a su vez con el que se promociona el Bernina Express y que difícilmente puedo fotografiarlo.
Viaducto con el que se promociona el Bernina
Nada más llegar a Chur me subo a bordo de un nuevo tren dirección Busch, desde donde hago un par de llamadas a España antes de abandonar Suiza en dirección Fieldrich (Austria), atravesando Schaan/Vaduz (Lientchestein!!).

Antigua máquina en la estación de tren de Busch
De aquí en adelante, una odisea que ya en mi próximo escrito contaré. By: zulaicamedium