miércoles, 12 de diciembre de 2007

Puente de todos los Santos; León, Palencia provincia... Y muchas anécdotas.

Fiesta, excursión, ruta en mountain bike... Se podrá aprovechar más, pero mejor no. Y así es como dió de sí el puente del 1 al 4 de Noviembre. Entre medio, un Valladolid-Barca y mi partido con los peques (prometo presentarlos algún día).
Todo comenzaba un miércoles 31 de Octubre. Finalizadas las clases, marché a León con Edu, compañero de clase. Otros 4 hicieron lo propio poco antes del anochecer; Juanki, Edu Rojo, Sergio y Rubén. Allí nos reencontramos los 6. Fue una noche de bares, con tapas, cervezas y vinitos como protagonistas. También hubo tiempo para soltarse, pues hasta las 06h dió para mucho. Al día siguiente, Edu y yo volvímos a Valladolid, pues el partido contra el Barca merecía la ocasión. Los otros hicieron la "ruta de los pantanos", famosa por tanto comentarla mi gran amigo Juanki.
Siendo ya viernes, Edu se volvía a León. Yo, en cambio, me veía las caras con "el resto" en Alar del Rey, al norte de Palencia. Tocaba jornada de Mountain bike. "Las Tuerces" esperaban, y entre medio, bonitos rincones como el convento de Sta. María de Mave, entre otros.
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El equipo, antes de partir
Hubo muchas anécdotas; mientras el pelótón tiraba, otro se quedaba atrás (osease, Sergio). Mientras otros se afanaban en arreglar las cosas, otros las estropeaban (verdad, Rubén??), etc, etc. Y mientras unos querían regresar lo antes posible vía carretera o por dónde fuera, otros preferían asegurar las cosas volviendo por donde se vino (me aplico el cuento).
Pequeña iglesia románica (s.XIII) en el norte palentino
Camino de Las Tuerces
El caso es que alcanzadas Las Tuerces (fenómeno cárstico que la naturaleza ha modelado, configurando caprichosas formas. Un paisaje fantasmagórico donde el agua ha esculpido con su erosión impresionantes puentes, callejones y formas singulares), continuamos la ruta hasta Aguilar de Campoo (curioso, pero se escribe así). Apenas 2 kilómetros antes, alguién partió la cadena; "crash!!". Mientras se buscaban soluciones para mejorar la situación, ésta se veía empeorada cuando la llave inglesa se partía por la mitad. Al no disponer de recambios ni nada que pudiese ayudarnos, optamos por continuar hasta Aguilar empujando a Edu, quién sin pedales hacía lo que podía para no perder el equilibrio. Finalmente llegamos.
Buscando soluciones
Las Tuerces
La mesa o el perro sentado; así es como se conoce a esta enorme roca erosionada
Volando sobre el peñon
El hambre se dejaba notar, por lo que comimos un buen menú en un bodegón (aún me repiten las alubias). Apenas habiendo salido del restaurante, conocimos a otro grupo de ciclistas, semiprofesionales todos ellos. Se nos apareció el santo, pues en apenas 5 minutos Edu tenía su bici como nueva. Sí es que por tener, tenían hasta bicicletas nuevas!!
Habiendo ya oscurecido, llegamos a Alar del Rey. Todo una aventura llena de anécdotas ponía casi fin a un más que interesante puente de Noviembre. Sólo una cena de amigos en Vitoria el mismo sábado noche y el partido con los peques del día siguiente en Valladolid completaron unos días bien aprovechados. By: zulaicamedium