sábado, 15 de enero de 2011

Diario de un interrailista: 2º interrail por Europa del Este (1-16 de Agosto). Día II: 2/08/2010

11,30h: Nos levantamos, chorreando. Algo hemos dormido pese a que el albergue es muy pequeño, apenas hay espacio en las habitaciones, los colchones están como piedras y hay una humedad increíble.
Tras una rápida ducha, nos despedimos del dueño (muy futbolero él) y nos encaminamos al centro de la ciudad. Disponemos de 3 horas antes de partir hacia Estambul así que vamos a por el billete de bus, nos aprovisionamos para no pasar hambre en éste y buscamos algo de comer.

En el centro de Costanza
Demasiado pronto empezábamos a comer mal...

15h: Nuestro bus inicia "la excursión" al tiempo que hace un calor bochornoso. Menudo viajecito nos espera.

Bochorno

De camino el bus pasa la frontera con Bulgaria, atraviesa su lado oeste y entra en territorio turco. En total para 3 veces, dos en las fronteras y otra en tierra de nadie. Cada parada tiene su miga, pero si una tiene una historia que contar esa es la tercera y última, cuando el bus se detiene en la frontera entre Bulgaria y Turquía.
¡A punto estamos de quedarnos allí sin mochila ni equipaje alguno!
-Contábamos con tener algo de tiempo para comer el bocadillo que habíamos preparado para la cena, pero al final resulta que nos hacen situarnos en una cola para enseñar el DNI y pasaporte, después nos obligan a pagar 15 euros (según ellos esto se debe al pertenecer a un país de la Unión Europea) y por último nos hacen correr, pues el bus no está donde debería de estar esperando y le han de avisar al chofer para que no reanude el viaje pues faltamos algunos a bordo. Increíble.

Y yo me pregunto... ¿qué hacía una caseta telefónica aquí?
Hidratándonos a base de uva fresca en la frontera entre Rumanía y Bulgaria
Nuestro bus, antes de cruzar la problemática frontera bulgaro-turca

Pasado el susto, el bus continua camino a Estambul, a donde llega pasadas las 03h de la mañana. Una vez allí, nos deja en la estación de autobuses, algo lejos de nuestro albergue... de la noche siguiente. Aún así y pese a tener conciencia de que esta noche no nos entra, optamos por coger un taxi que nos lleve hasta allí.
04h: Pasamos de pagar media noche de albergue, así que optamos por echarnos como malamente podemos sobre unos bancos frente a éste, mientras las moscas, algún que otro perro vagabundeando y los coches nos dificultan el poder conciliar algo de sueño, pese a que el cansancio hace mella.