Comenzamos nuestra visita, no antes sin echar una ojeada al mapa que le pedí a Iñigo que imprimiese antes de venir. Lo primero que nos hace detenernos son varias iglesias, abiertas desde primera hora. Acto seguido atravesamos un bonito parque, lleno de ardillas y conejos. Continuamos nuestra ruta por la plaza del mercado, aún con muchos puestos sin abrir. Seguimos por la parte vieja, nos acercamos a la torre Rheinturm (con sus 168m, y muy parecida a la de Liverpool) y... Sorpresa!! Un edificio obra del arquitecto Frank Ghery!! El conocido escultor, cuyas obras tanto me gustan y tan bien identifico a primera vista ("Casa Danzante" de Praga; Guggenheim de Bilbao; hotel Marqués de Riscal de Elciego; "Pez Dorado" del puerto Olímpico de Barcelona, etc.), dejó su impronta aquí 10 años atrás. Se trata de un conjunto de oficinas en la antigua zona portuaria de la ribera del Rin, formado por tres torres con formas curvas y escalonadas hechas con paneles de hormigón prefabricados. Destacan las piezas de chapa de acero inoxidable pulido de la fachada, que al igual que un espejo lo refleja todo. Verdaderamente es un espacio urbano muy singular.
Continuamos con un paseo por uno de los márgenes del Rin, y pasadas las 12h, abandonamos Düsseldorf dirección Aachen, a donde llegamos a las 13h.
Las meninas
Catedral de Aachen
Casi una hora después, salimos. Vamos en busca del albergue Backpackers, y al poco tiempo damos con él. Por suerte queda aún alguna plaza libre. Dejamos los bártulos y, ya de noche, damos una vuelta por la ciudad, cenamos en una pequeña pizzería y dadas las 00h nos echámos a dormir.
El dom o catedral de Colonia