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Montado en la bici, atravieso la ciudad, llegando incluso hasta las zonas más alejadas de Abetxuko o Gamarra.
Kiosko en el parque de la Florida, testigo de la evolución del parque
Contraste de la catenaria del tranvía con la iglesia de San Vicente de Arriaga
En Abetxuko, con mi acompañante, en la iglesia de San Miguel
El río Zadorra a su paso por Gamarra
Vistas de la catedral vieja de Santa María, en el casco antiguo de la ciudad
En el casco histórico de Vitoria
Plaza de la Virgen Blanca
Domingo día 6. Día completo. La mañana transcurre en Sodupe, Vizcaya. Tengo bautizo de Daniela, la hija de mi primo Álvaro.
Ya por la tarde, rápidamente a Mendizorroza, el campo del Deportivo Alavés. Nos visitaba la Ponferradina, y después de mucho tiempo, por fin podía seguir a mí Glorioso en directo. A priori el partido prometía. Finalizado este, sólo podía decir que menudo sopor (0-0).
Álvaro, Tatiana y la peque Daniela
En familia
Lunes día 7. Son las 12h. Estoy en Madrid. El motivo no es otro que visitar a mis amigos, los asturianos. Desde verano en Manchester, no les había visto. Iba a ser mí primer día allí, y mí último. Para ellos el cuarto, pues llevaban allí desde el viernes.
Visitamos el Palacio Real, callejeamos por el centro de la ciudad, nos acercamos al museo del Prado, dimos una pequeña vuelta por el Retiro...
Junto a la estatua de Velázquez, en Madrid
Y ya a media tarde, de regreso ellos a Gijón y yo a Valladolid, nos detuvimos en El Escorial, en el famoso monasterio de la Cuenca de Guadarrama, aquél que fue histórica residencia de la Familia Real Española y lugar de sepultura de los reyes de España, ese que tantas veces ví desde la carretera y tantas veces me dije aquello de que tenía que ir.
Panorámica del monasterio del Escorial
Fachada del monasterio
Patio interior del monasterio
Y de esta forma finalizaba un puente donde tuve tiempo de hacer de todo.
