martes, 16 de septiembre de 2008

DIARIO DE UN INTERRAILISTA. DÍA VI: 25/7/08

06,30h: Nos despertamos. Ha sido una buena noche. Al aire libre hemos podido descansar casi 7 horas (Iñigo se despierta a media noche y para su sorpresa el perro está a su lado roncando). Aprovechamos desde primerísima hora para visitar los restos arqueológicos de la antigua ciudad de Delfos, que junto al amanecer hacen del paisaje algo único.

Ruinas en la ciudad de Delfos

Iñigo y yo frente al templo de Atenea de Delfos

Paisaje de la ciudad antigua de Delfos y alrededores

10h: Entro al museo de la zona. A Iñigo no se lo permiten. Cuento con la posibilidad de unirme a un grupo organizado de españoles cuya guía explica hasta el más mínimo detalle, pero no lo aprovecho. Opto por una visita rápida. El museo tiene sus cosas, claro está, pero no es ni de lejos comparable al de Atenas, principalmente porque restos pertenecientes a Delfos se encuentran en el de la capital griega.

Museo arqueológico de Delfos

A las 10,30h estoy fuera. Nos disponemos a ver la otra parte de la ciudad antigua donde se hallan entre otros el templo de Apolo, el teatro y el estadio. Espectacular.

Templo de Apolo de Delfos

Teatro de Delfos (s.IV a.C)Estadio Iñigo y yo frente al teatro de Delfos

13,50h: Pillamos tren a Livadìa. En poco menos de dos horas estamos en el tren. Partimos hacia Kalambaka. ¿Objetivo? -Dormir a los pies de Meteora, paisaje súblime y único del que poder disfrutar desde mañana temprano.

Llegamos a las 21,15h. El trayecto ha sido largo pero relativamente ameno. Mientras Iñigo dormía, yo entablaba conversaciones con "Miqûel", jovenzuelo griego de 11 años con el que pasé rato agradable. Seguidor del Olimpiacos y de los astros del fútbol actual, viajaba con su hermana pequeña (2 años) y su abuela. *Su madre le tuvo a los 13 años!! -Habiendo puesto pie en tierra, nos topamos con un grupo de catalanes simpáticos con quienes ya anteriormente habíamos coincidido en Atenas. Iban hacia Tesalónica. Nos deseamos buen viaje y continuamos a lo nuestro, oséase encontrar donde dormir. Nos ponemos a ello mientras disfrutamos de las inmensas paredes de piedra que se erigen perpendiclarmente al suelo. Finalmente, y con fortuna, podemos dormir en una pequeña habitación con baño incluído por 15 euros por cabeza. Allí cenamos algo de pan, queso, jamón, sardinas enlatadas... Y a dormir. Mañana espera un gran día.

Enormes macizos rocosos. Meteora (Kalambaka)

By: zulaicamedium